13 dic 2006

Casino: Le croupier

Poco a poco haré de mis personalidades una descripción, un juicio final, y pondré un patíbulo para la que se culpe a sí misma. La primera es esta, y por algún motivo, en el cual no quiero ahondar, le toca a la más callada. La más oscura, la primera que se fue sin haber cerrado la puerta. Puesto que no se encuentra ahora, no se habla de ella misma, pero puedo entonces relatarla.

Se fue el día que me confesó. Cuando en la copa de último momento notó la falta de lástima. Se fue. Está en el pasado, no en el mío, sino en el de la Historia, donde las máquinas se hacían con el propósito de estudiar el grito más eludido: el dolor de vivir el momento.

Ella, la sádica-masoquista, o masoca, ganó tanto poder que enmudeció a sus compañeras de habitación, y tanto logró que supo elegir a la víctima perfecta: la persona que más se preocupaba por ella; un maniquí para hacerse sangrar y poder lavarse las manos sin remordimientos.

Le aterran los espejos, porque no puede asir la imagen y golpearse la cara. Prefiere los ojos a los reflejos. Ama animales que dispara por el aire y solitos le regresan a lamer los pies. Detesta el olor a azufre por ser demasiado sincero, y al cianuro por su rapidez. Está convencida que para matar hay que hacerlo con las manos y de frente. Su flor preferida es la rosa, por astuta y hermosa, filosa y suave. Aborrece a la flor del Principito por haberse disculpado y a Judas por valiente.

Cuando se fue, llevaba tiempo sin actuar, esperando la lástima, de donde llegara. Se fue sin hacer maleta, y de vez en cuando viene de visita, y lo sé: el día que venga para quedarse, ella será mi suicidio homicida...

Casino: Lobby. Porque no se juega a la ruleta rusa sin apostar

(Los casinos son lugares embriagantes. Al entrar parece que te vas a volver loco con todos los soniditos. Cuando vuelves a darte cuenta ya te habituaste, ya te absorbió... Si no juegas aburre, pero invita, si juegas ya te chingaste. Regresas. Aquí lanzo una serie... La primera de mis series, y para variar es sobre mí. Mis "famosas" personalidades representan partes de un casino, desde su lobby, el croupier, los distintos juegos... Y por partes voy presentando el casino... Mi Casino. Bienvenidos. Hagan sus apuestas... Tiren los dados... No miren atrás...)

Los descubrimientos son atroces. No hay maravilla sin antes probar el sabor agrio del pavor. Hay quienes deciden desbarrancarse para sólo tener que mirar hacia arriba. Yo no me desbarranco, sólo tanteo.

Hay dos clases de risa: la de la persona y la de uno; la manchada de cera y la sincera. Los dolores afectan a ambos, pero sus materiales son tan distintos, que la sincera carga con las culpas de la persona en la mayoría. Entonces las lágimas son de sangre, de sol, de cal... La persona es tan fina que elude el golpe. La sincera es menos advenediza. Observa desde lo alto, delebra y sufre, pero celebra poco y sufre lo que no le corresponde. No le han enseñado que su mirada podría percatarse de la mofa de su persona.

Cuando la persona celebra, la sincera lo medita; cuando la persona es atacada, la sincera se deja herir; cuando la sincera celebra, la persona se corona; cuando la sincera llora, la persona elude responsabilidad. ¡Pero, ay de la persona cuando es herida!, llora repatea y se descontrola. Entonces la sincera la acoge, mece, salva y rearma, luego de entablar uno de los pocos encuentros directos que se han destinado, porque entonces se percatan del descubrimiento. El pavor, el espejo sin maquillaje, las sombras sin escondite y la muerte de Peter Pan. Ave Fenix grita de dolor, y Dorothy en el tornado con el único sonido del llanto de Totto. Es la derrota del tridente... ¿Qué es una vida en la eternidad? Lo mismo que un dólar a un hambriento.

Pero algo ha cambiado. Algo ha valido la pena. Y la persona no cambia el material, ni tampoco la postura, sólo uno poco la estretegia porque no hay otras armas. La sincera se enjuga lo que no le tocó llorar, la herida que no se hizo, y se guarda, como aguja en el pajar.

Si no, entonces preguntémosle al griego el origen de sus palabras: persona y sincera. Luego ya podremos desamortiguar el golpe de la herencia tan empleada y tan poco conocida que hoy nos engañitamos al presumir su uso y costumbre.

9 dic 2006

que estamos vivos, coño

Qué ingenuos somos. Nos damos la vuelta para pretender las mismas tonterías. Buscamos compañías allá donde se nos acaba la imaginación, y terminamos en el mismo juego mental, en la misma tergiversación. Seamos sinceros, al final acaba valiendo lo mismo conocer a una persona interesante, que desinteresarse por los hondamente conocidos. Lacras, en eso nos convertimos. Tan sencillo que resulta darle la mano, mirarle a los ojos, terminar de decir esas cosas, darse la media vuelta, y saber que entonces ha valido la pena incluso haberle puesto la atención necesaria. Mientras tanto no es más que la simple mueca sostenida. Que la sociedad nos carcome, las reglas nos arremolinan, y terminamos encerrados tras cuatro paredes, porque los tabúes eternizan las posibilidades de una corriente amigabilidad. Mea culpa, mea culpa.

Relaciones sanas las tenemos con los muertos. Somos capaces de hablarles de todo, contarles todo, incluso tenerlos de costado, acompañando ahí donde se supone que no hay nadie, y nos damos el placer de ser del todo honestos, tanto que hasta nos puede llegar por llorar y reír a solas, o en su compañía, que en ocasiones no es más que lo mismo. Pobres muertos, atormentados con tantas ideas insanas y comentarios desorientados. Se pasean, entre los recuerdos, inmolados porque no son ya lo fueron ni entenderán lo que hubieran sido. Plasmada esa relación, la tenemos con ellos. Claro, una vez muertos, ya no hay problemas, no tienen que apuntarte con el dedo, ni regañarte, incluso siquiera se dan la libertad de omitir juicios, e incluso hasta justificaciones. Menuda.

Pobres, repito. Seguro ni de vivos descansaron y de muertos los mareamos. Pero nos disponemos a que con los vivos las cosas no sean como con los muertos. Venga, que esconder cosas, mentir, suponer e incluso arrebatar, son cosas de diario, cosas de vivos, que a los muertos les da igual. Nos dan por nuestro lado, y quizá ni nos escuchan, pero ¡a qué relación mantenemos con ellos!

Tanto restregar que lo que importa es lo que hagamos cuando estamos aquí, que quizá eso de que todo lo que hacemos tiene que ser para poder tener una vida en el más allá m ás hermosa, sana, y divina... Carpe Diem, Carpe Diem. ¡Con los vivos! Que para eso estamos en el mismo lugar; vivito, coleando, dando zarpazos y tijeretazos. ¡Con los vivos! Que a los muertos ya les dio por estirar la pata, que ellos no tienen que ser las compañías de todos los días, de todas horas. Al final acabamos peor que muertos en vida. Así se han de estar burlando de nosotros, allá donde seguro se lo pasan bomba, y no entre las tumbas, sino entre sus muertos. Que ellos ya tienen todo el tiempo del mundo. ¡Que nosotros también! Pero a los vivos, que los parta un rayo, que vivan los muertos.

Apañados, apañados, e insisto, porque otra cosa no nos queda. Tanta psicología, psiquiatría, psicoanálisis, estudios intensos, que si la personalidad, que las relaciones humanas, las interpersonales, estudios que si el marketing, que si la publicidad, que si te compro, y luego tantas fiestas, que si del amor, del amigo, del niño, del padre, de la madre, del novio, del cumpleaños, la secretaria, el bombero, el abuelo, la mujer (¿y el hombre?), incluso de los muertos, de los inventados, de los terribles, de los hermosos... Y al final para terminar teniendo las mejores conversaciones y relaciones con los muy muertos. Que los dejen en paz. De veras. Que ellos ya su precio pagaron. Menudo nos ha de tocar a nosotros.

Y definitivamente, y después de tanto desvarío, y es que no puedo negarlo,, tan cierto es que eso de relación sana, eso de amistades, de que si en verdad eres mi amigo, que si puedes serlo, que si puedo contarte, que si voy a jugar con tu cabeza, o no, que si te voy a dar la espalda, lanzarte tonterías para que te enrredes pensando en todas las posibilidades menos en el motivo real, y que del otro lado te burles porque "¡qué ducho soy!"... Es para dar asco...

4 dic 2006

honestly...

"¿Me contradigo a mí mismo? Muy bien, entonces lo hago. (Soy grande, contengo multitudes)
Walt Whitman

Hace tiempo que se suman las expectativas. Los márgenes se difuminan y los mismos espejos equivocan la ocasión. La preparación para un acontecimiento, para un encuentro, puede darnos la misma decepción que genera la ilusión perdida. Pero hay efectos secundarios que solemos olvidar, que calificamos de inecesarios, o incluso inapelables al recuerdo, cuando pueden ser más significativos de lo imaginado. Se nos va de las manos, lo mismo que los buenos momentos que opacamos con la misma facilidad con que proferimos maldiciones. Al mismo tiempo se toman las conciencias, se rescatan las virtudes, y se mira a lo sucedáneo, a lo cercano, y a lo de uno. Hay circunstancias que prefieres sean de forma distinta, como ejemplos que te has grabado, pero sigues sin dar pie, sin dar ese paso, sin abrir la oportunidad, porque hay batallas que no quieres pelear, que aunque quizá valgan la pena, no te convencen como necesarias. Te guardas las energías y las pierdes, las deshaces en actividades sin mayor incidencia, sin interés, y como forma de llenar vacíos. Es la vacuidad, la agonía de su eco, el hambre de su necesidad, la falta de ese recuerdo, de esa caricia, de esa compañía, de esa sinceridad, la que se repite en la ocuridad del sueño, en la luz de la soledad, y en la misma presencia de quienes en su preocupación provocan la misma distancia de uno mismo. Huir es más fácil, pero el precio a pagar es alto, doloroso, y los intereses crueles. Por eso el refugio, la careta, el escozor, la risa nerviosa, el silencio incómodo, gula, el desprecio...

Entonces los espejos en realidad no equivocan la ocasión, y la decepción es sólo el recordatorio, la opacidad la defensa, la conciencia un dolor, las batallas no peleadas en el índice de la siguiente parte, las actividades futiles la producción de una pequeña gran obra, y la vacuidad el encierro obligado, el crear un espacio para algo, obligar a su creación.

Se nos va de las manos, se nos vuelve a dar, se nos olvida que está, y buscamos lejos. Se ve más fácil en el otro que en uno mismo. Pensarse un gigante es como pretenderse uno, jurarse y presumirse. Gulliver no se dio cuenta, Liliput no se dio cuenta. El simple reconocimiento. La misma manera de elusión, de no participación, de no explicación. Se nos va de las manos. Se nos olvida en el ropero, en la sierra, en el árbol que plantamos, en la mano que estrechamos, en el arropo que generamos, pero se nos va cuando nos toca. Se pierde, se niega cuando es en uno mismo, cuando llega el momento de reconocerlo, de vivirlo... Es en demasía que se pierde su valor, en su consecuencia en otros, en su respuesta, en su misma fuerza vital. No hay mejor obra de teatro que la misma que nos acoge, la misma que escribimos, donde los monólogos se reciben en magnánimos infinitos.

"Uno hace lo que es; uno se convierte en lo que uno hace".
Robert Musil

28 nov 2006

morriña

Cabe en un momento. Se alarga a límites insospechados, y tenemos la cara dura de asegurar que se nos viene encima. Sólo es, sólo somos, y aquí estamos, llenando momentos con series de comentarios, nos volvemos cínicos, y compartimos. Se nos acaban los tiempos, las costumbres, los hábitos, y la misma historia de todos los días. Se torna irrepetible, y se reconoce. Se ve, se extraña antes de que termine, antes de que mute. Los caminos se bifurcan y se caen los ladrillos. Así vamos, de a poquito, temiendo al cambio, pero añorando las posibilidades. Los recuerdos permanecen, la memoria es selectiva, es cuestión de enfoques, y de reconocer las esencias. Se permanece en el tiempo, y bien dicen que igual y no recuerdas exactamente las palabras dichas, pero nunca olvidarás lo que te hicieron sentir....

22 nov 2006

Cumpleaños


Hoy acabo de darme cuenta que el hecho de celebrar mi cumpleaños podría hacer que en mí recayeran cosas malas. Le pasó a Job, le pasó a Herodes... Porque, para aquél que tenga la duda, resulta que celebrar un cumpleaños no es algo "bueno", porque no es una fiesta de Dios, y que, como dijo Salomón, es mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. Resulta que la celebración del cumpleaños viene de una tradición "pagana", porque se trata de una tradición impuesta años ha por la "astrología". Aunque cabe destacar que las nuevas y actuales fiestas de cumpleaños, sobre todo de los niños, donde en su fecha reciben regalos, escoge un menú y recibe un pastel de mantequilla o de mermelada con una velita, añadiendo además que los griegos solían celebrar a Artemisa con una torta, en su día, y creían además que cada uno de nosotros tiene un espíritu cuidador que está presente el día de nuestro alumbramiento. No olvidemos que decir "feliz cumpleaños" era una manera, en sociedades paganas antiguas, supersticiosa de proteger a los seres queridos de los malos espíritus, además de que los ruidos y los aplausos en la celebración eran para alejar a los malos espíritus también. Vamos, cabe destacar que la Iglesia Católica rechazó la celebración del cumpleaños hasta el siglo VI.

Al final, resulta que esto de celebrar el cumpleaños es algo pagano, pero es divertido. Quizá sea por eso, al final no creo que estemos aquí para aburrirnos y sólo honrar a quien impuso las reglas, porque al final quienes las cumplimos somos nosotros y no ellos. Así que si algo malo me sucede hoy, será porque se me ocurrió celebrarlo, y quien decida sumarse a la celebración corre el riesgo de ser testigo o culpable de dicho resultado. Pero se invita a correr el riesgo.

Sinceramente a mí sí se me antoja un pastelillo de cumpleaños, apagar un velita (o un encendedor), pasarlo a gusto. Las tradiciones del pueblo, a mí me gustan, y creo que a muchos también, al final siempre son una excusa para una reunión con aquéllos que aprecias y te aprecian. ¿Si Mafalda me felicita, por qué no?

20 nov 2006

Hoy retomo un texto de hace algún tiempo... aún no he logrado cambiarlo, editarlo, aumentarlo o reducirlo. Es igual... Son las mismas cosas. Es la misma persona...


Dame un pedazo de tu tiempo y podré salvar mi vida. Regálame un minuto de tu sonrisa y podré salvar al mundo. Préstame una caricia y podré controlar el clima. Compárteme una pizca de tu cariño y podré componer un mundo nuevo. Si por un segundo detuvieras el tiempo y lo tomarás para ver todo lo que aquí tengo, podrías dejar de conocerme sólo a mí y empezar a descubrir el mundo que he creado dentro de mi pensamiento. Es lento, es pequeño, es tuyo, y por eso te abro las puertas.

Mete la mano en mis bolsillos. En uno vive una pequeña mariposa que no sabe qué es ser mariposa. No sabe volar, porque sus alas son para ella las puertas que la separan del mundo. Son su protección. Vive sola y escondida porque le tiene miedo a la luz, y ahí vive, en silencio, asomándose de vez en cuando. Sueña que puede volar, pero no sabe cómo, y espera el momento ex
acto para salir y dejarse llevar por el viento. En otro bolsillo tengo una pizca de sal. Sí, sólo una pizca de sal, quizá el condimento, o el grano de cordura que me retiene dentro de esta locura que me corroe. No hace falta más de una pizca de sal para poder mantenerse lo suficientemente detestable y rodearte de las personas que valen la pena. En mi boca existe un mar embravecido que se retuerce en su silencio y se pierde en su inmensidad. No ahoga, sólo adopta y mantiene. Pero es tímido, tan tímido que sólo se deja resbalar ante quien sabe nadar en los remolinos de su discordia. En mis pestañas hay restos de una pequeña lluvia de polvos mágicos. Son de algún hada que pasó por aquí y sin querer tropezó con una mosca. Gracias a ello puedo soñar que vuelo a donde quiero ir. Si los encuentras te puedo regalar unos cuantos para que vueles conmigo. En mis oídos vive el que me llama la atención. Es un silencio tan intenso que siempre está presente con su eterno suspiro y sus palabras. Es incansable. Habla en un idioma tan universal que es casi imposible entenderle. Pero te acostumbras después de un tiempo y se vuelve tu fiel compañero. Siempre tiene las palabras exactas en el momento exacto. No sabe perder un minuto. Puede ser amigo de cualquiera, pero nadie ha sabido que está ahí, y a cualquier le daría miedo tener a un ser así en los oídos todo el día. Dicen que si buscas lo suficientemente bien en mi espalda puedes encontrar unos surcos. Yo lo siento de vez en cuando. Escoden algo realmente maravilloso, y son unas alas que se despliegan cuando se les necesita, o cuando se aprenden a usar. Yo no sé cómo se usan, y por eso me da miedo creer que las tengo, me da miedo caer de tan alto, por eso me espero. Quizá tampoco les tenga mucha fe, porque dicen que los seres humanos tenemos cada uno una ala, y que por eso necesitamos abrazarnos para volar. Si me dejas buscar en tu espalda, a lo mejor encuentro también un par de surcos, y podamos entonces abrazarnos para volar juntos. Dentro de mi pecho tengo un corazón. No es muy grande, como del tamaño de mi puño, pero sí es capaz de guardar muchas cosas, de generar mucho cariño y un sentido de protección. Ha tenido sus momentos de soledad, porque le ha costado aprender a abrir sus puertas y recibir en lugar de sólo entregar libremente lo poco que ha ido traduciendo. Sin embargo late, y sangra de verdad, con tanta fuerza que es capaz de albergar el sentimiento de otra persona por completo. Está a disposición de quien quiera que sienta que le haga falta. Por eso cuando quieras siempre puedo regalarte un cachito de mi corazón, que luego espero curar con un pedacito del tuyo. Mis hombros son especiales, porque cualquier compañía de pañuelos los envidia. No se rompen, no se quiebran, ni derraman líquidos. Son especiales para ser un apoyo y un bueno refugio cuando hacen falta a alguien. Mi espalda, a demás de los surcos, puede ser fuerte como una roca, y puede cargar con el peso que alguien no soporte. NO se lo quedan de por vida, pero sí lo van soportando mientras ese alguien va aprendiendo. También guardan muchas cosas, y sirve de sostén para quien necesite algo en que apoyarse mientras se mantiene de pie. Mis piernas, junto con mi espalda, brazos y hombros, sirven también para llevar a alguien que no pueda caminar. Ayudan a levantar y a sostener. También son buenísimas porque me llevan a donde yo quiero, siempre que alguien necesite compañía, y de vez en cuando muestran un camino que alguien deseé conocer, siempre y cuando ya lo conozcan, y están siempre dispuestas a caminar y encontrar nuevas maneras de continuar. Poco más es lo que puedo ofrecer. Lo último de la lista está cerca. Por ahí están mis manos, que son capaces de repartir caricias, dar abrazos, regalar palabras, sostienen y ayudan a quien lo pida y necesite. También tiene la maravillosa capacidad de crear, siempre y cuando alguien sepa recibir su trabajo. Y por último está mi cabeza, una loca maquinita que está todo el día maquinando la manera de no sobrecalentarse. Está un poco desordenada pero guarda muchas cosas, y siempre está en condiciones óptimas para recrear una sonrisa. Se regala sola, y siempre está encendida, aún cuando los ojos parecen estar dormidos. Lo más maravilloso de todo es que todo esto funciona como un gran sistema, y siempre de manera gratuita y gustosa. Pero no todo el mundo puede llegar a pagar el precio de su valor. Tampoco se vende a cualquiera. Pero hay una persona que ha pagado más de lo que vale, y que ha recibido apenas un poco de ello. Por eso te enumero todo lo que puedo llegar a darte fuera del mundo de las cosas y de los números, y que puede que sea tuyo.

17 nov 2006

felicidades


"No se ponga triste ante una despedida. Una despedida es necesaria para volver a reencontrarse. Y un reencuentro, después de un momento o después de toda una vida, es algo inevitable si somos amigos de verdad."

Hay despedidas que duran toda una vida, y vidas que se asemejan a las despedidas. Se pueden escuchar las campanas, mientras las viudas se cubren los rostros, y con el rostro enjuto esperan algo de hipocondria, así como hipocresía de quienes más que sentir, se conforman con mentir. Pero ellos se fueron, él se fue y dentro de las cuestiones inequívocas de su presencia, queda su recuerdo, más vivo que sus últimas palabras. Son curiosos los recuerdos, poseen el poder de lo que se quiere y la banalidad de lo que se desprecia. Esos recuerdos que se imprimen con el afán de hacernos fieles a lo que nos dieron.

Quisiera escribirte el mejor deseo de cumpleaños, el mejor poema, las palabras más exactas, las metáforas más preciadas. pero tanto pensar me llevó a casi el final del día, y no quiero que se acabe antes de felicitarte. Busqué el poema, la frase, el recuerdo, la risa, el libro, la caminata, el perro, la flor, e incluso la lágrima para darte, y me quedo con tanto que no hay escotilla por la que quepa. Hoy el día se plagó de tí, de todo eso, de todo aquéllo, e incluso de todo lo que no. Pero hoy el día se plagó de tí, se hizo tuyo, y por eso recordé que como hoy ninguno, y que como tú no hay otro.

Hoy quiero felicitarte porque has vuelto a renacer, porque has vuelto a palpar, a sonreírme, a llorarme y a enorgullecerme. Quiero felicitarte porque el aire aún te guarda tu lugar, porque allá del otro lado del muro no estás tú. Quiero felicitarte porque sigues aquí, porque nunca te irás, las semillas florecen y siguen engendrando, así se reproducen las palabras y se heredan los sueños. Quiero felicitarte, porque tu orgullo es tu trofeo, y la sencillez tu trono, y porque aún podría distinguir tu caminar de entre mil bastones. Quiero felicitarte porque lo lograste, porque me quitaste el miedo. Quiero felicitarte porque eres tú, y es tu día, porque huele a tí, porque es tu día.

Felicidades, porque es más alegre que triste...

Feliz cumpleaños José.
Feliz cumpleaños abuelo.


"Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales." (Miguel Delibes)




9 nov 2006

mi hambre

Hambre puede haber de muchas clases. Yo he tenido varias y apenas reconozco la que me alimenta. Durante un tiempo fue hambre de idiomas, para encontrar las palabras a mis dolencias. Acabó por someterse a un hambre por frases célebres con el fin de hallar una definición y una voz de sabiduría. Luego transfiguró en hambre por la lectura, y así encontrar cómo decir las cosas. Ahora es más hábito que hambre, pasión puede ser, pero no fue hasta que reconocí que mi estado de ánimo y mis pensamientos dependían de esos autores que me revolvieron las tripas de nuevo.

Benedetti me había asegurado que lo que impulsa al escritor a revelar su secreto es parte de su oficio, y ese secreto carece de sentido hasta que es publicado. Conocer el secreto de cada escritor, de cada obra, de cada viaje, de cada personaje para hacerlo mío, para hacerlo mi propio secreto.

Borges me enseñó a temerle a la inmortalidad, a elegir a mis enemigos y a lamentarme por no saber ser feliz, además de conjurarme para perderme en laberintos propios. Cortázar me aseguró que la felicidad es un juego de la ilusión, y que el amor puede ser, pero de a poco. Heinrich Böll me mostró mi propio payaso al reconocer mi afán por coleccionar momentos, y que los ateos aburren porque siempre hablan de Dios. Nietzsche me dejó sabor a cobre, porque tanta sinceridad dejaba una careta escondida; el reconocimiento de que la crueldad es meramente humana; que la fe es no querer saber la verdad; y, que la risa es un invento humano para contrarrestar el sufrimiento terrenal. Nabokov me volvió paranoica al pensar en el ojo, en la mirada, en el punto de vista de otros, en mi definición a partir de los demás, de sus opiniones. Dostoievski me prometió que la felicidad en realidad se basa en el sufrimiento y que el mal es mi culpa, culpa personal mía. Shakespeare me dolió por ruidoso, por acaparar el amor y desaforar a la esperanza, y porque hizo que una pena se calmara con el sufrimiento de otra. Maquiavelo me hizo aceptar que primero herimos a quien amamos, aún antes que a nuestro enemigo y que somos tan simples que nos engañan porque nos dejamos engañar. Hasta Thomas Mann me aseguró que la belleza hace sufrir igual que el dolor.

Ellos me conformaron un alma melancólica, un silencio infranqueable, construyeron barreras inimaginables, y las quemaduras de haber empezado a pensar demasiado la vida sin haber sentido primero. Fueron las voces perennes. Pero por otras épocas de hambre pasé, y Beckett me tranquilizó diciendo que todos nacemos locos, que pocos continúan así siempre, y que la infelicidad es cómica. Lorca se confesó y regurgitó porque, si no se había preocupado de haber nacido tampoco habría de hacerlo de morir, me enseñó que dos palabras podían estar juntas no importa la situación, me convenció de los secretos del verde, y de la tozudez al asegurar que nunca pasa nada. Mark Twain me recordó que la risa es un arma eficaz, y que ser bueno todo el tiempo es aburrido. Tolkien me calmó al mostrar que los corazones de los hombres no son tan malos como sus actos, y casi nunca como la maldad de sus palabras. Tolstoi me juró que la felicidad es querer lo que uno hace, que la historia es humana, y que para cambiar el mundo tengo primero que cambiar yo. García Márquez me armó con imágenes bellas y la enternecedora nostalgia que la memoria selectiva puede hacer de los peores momentos, que la enfermedad puede ser bella, y que la fuerza de los personajes sobresale al libro, incluso para sufrir y llorar su muerte literaria. Pero Antonio Gala fue quien me dio valor para no preocuparme por tener fe en la humanidad, a pesar de ser una locura, y que el acto simple es igual de bello.

Luego de tantos viajes hechos, y tantos por hacer, tantos personajes conocidos, queridos y odiados, después de haber entregado tanto protagonismo a otras voces terminé con dos caras: una que cuando habla se ríe, como los animales de La Fontaine; y otra que cuando escribe se ahoga en las nieblas de tierras más enigmáticas y profundas. Pero ellos tuvieron su protagonismo, mi voz se hizo silencio, hasta que el hambre se recordó. Al final Josh Billings, un pobre hombre de Illinois, quien apenas sabía escribir dijo “There aint much phun in medisin, but there is a lot of medisin in phun”. No tiene libro, premio, ni reconocimiento, sólo conoció un día a Lincoln, y lo dijo, como pudo. Y ahí estaba el hambre, que tantas vueltas y escapadas vivió, para acabar en hambre de decir, en revelar mi propio secreto. No por ellos, no por sus historias, sus estilos, sus palabras, sus puntos de vista, sus melancolías o alegrías, sino por las mías, que al final son las que resurgen cuando al leer se provocan en esas otras historias. Porque la voz, a pesar de la maravilla de la ya existente, es propia, es única, y por mucho copiar o buscar, necesita su propio espacio, su propia revelación de confianza. Yo tengo hambre, y a todo se acostumbra el hombre menos a no comer.

29 oct 2006

ARGH!!!!!


Entre el borrar y empezar de nuevo se esconde la clandestinidad de mi propio pensamiento. Reducido a su propia sombra, mientras la esencia se escabulle entre el tumulto declamando algún poema que nunca debió ser. Huir es la causa, no el resultado de lo que se nos pueda ocurrir. Los testimonios son tan inverosímiles como la propia memoria selectiva, el odio mutuo, la invalidez totalizadora, y las fuerzas desvanecidas. Se comporta como si no estuviera en ningún lado, y no tuviera que hacer nada, ver con nada, ser nada. Se huye porque las mismas cosas son consecuencia de lo que una vez se visualizó, aterró y terminó por motivar la misma situación, la repetición, la constante dislexia, y la cegera autoinflingida. Culpable ante el mismo espejo, y a la vez mártir de algún lejano desconocido que suprime la suya misma para proyectarse en la que alguien más le otorga al mostrarse.

Detener las manos por no seguir recreando las mismas llagas, y proseguir en silencio, mientras los susurros en el velatorio se alejan. Ese es el verdadero silencio, el que se pega, el que renuncia, el que se suda y transforma en monstruosidades a las extremidades, y en nubarrones de olvido a los sueños, las esperanzas, y las mismas ideas tuberculosas, y a la vez tan tísicamente bellas. Es obra del mismo descuido, porque huir es la causa, la consecuencia al lugar del que se huyó, que no importa no estar ahí, sigue descosiéndose mientras la mirada ajena conjuga su relación con eso, con lo que ya no es, y se alza en voz para proclamar su descubrimiento, su saber tan prolongado y despiadado, que torna al taciturno en creyente, y a éste en su mismo juez de ignominias.

Ahí se termina, se desgajan las esperanzas, porque regresar y reordenar termina por ser experimento y burla, sacrosanto descorazonado, y sacramento pecaminoso. Es la poca utilería de regresar, la falta de buen testigo, de buen recuerdo, amarga la boca y sacude la arenosa esterilla. Si no queda nada, más que la imagen a los ojos del que mete las manos en la masa podrida, mientras la que se cuece no sabe de qué sabor quiere ser, cómo moldearse ni dónde podría hornearse. El sabor será calamidad del que limpie las costras, las lágrimas, el hambre, y las huellas, porque desubrir su significado antes de tiempo es la prematura instancia de un umbral.

Demasiadas puertas para otros.

19 oct 2006

q alguien me ayude

No debiera, dice una de las voces de mi cabeza, pero el resto, la gran mayoría, insisten en que hay cosas que no se valen, y lamento tener que ser tan austera con el contenido que en tantas ocasiones se degenera, y en otras como que deslumbra un poco, pero permanece gris, como lo que viene siendo aquí dentro. Hay cuestiones insostenibles, situaciones inaceptables, y repercusiones injustas. Cuando esto se auna a un carácter con la infame necesidad de controlarlo todo, de suponer que las cosas son iguales para todos, y que los gustos permanecen sin cambios porque "de tal palo tal astilla". Entonces se remontan los recuerdos que de alguna manera se habían mantenido en silencio, callados, abandonados, para recordarnos el motivo del verdadero insomnio y del uso de las palabras, que por mucho que no se piensen, acaban por tener la carga dentro, bien dentro, enclavada y permanente, que aún siendo escuchada parece un malentendido, pero el que al hablar lo hace así sin pensarlo, acaba por decir exactamente lo que le corre por la cabeza. Que alguien me ayude, porque quisiera poder ser mejor en esto de guardar las cosas, soltarlas cuando debo, y se termina la historia, en lugar de acabar siendo el escrutinio de aquél que de repente entiende, justo cuando no se pide ayuda y no se quiere recibir.

de esto de escribir...

Simplificar un poco las palabras puede ser una ingenua manera de pretender que el mensaje sea más directo, más claro, más sencillo, o incluso más honesto, aunque la honestidad no tiene que ver con metáforas o discusiones descosidas, sino con el trasfondo que las compone... Al final del día tantas explicaciones llegan como deben de llegar al que las guste leer, al que no se pregunta por las desconsideraciones y el que lejos de leer la voz de alguien más se propone a leer con su propia voz. Es el mismo lenguaje, pero no el mismo pensamiento. Esa es la diferencia, que no siempre se trata de tratar de adivinar las cuestiones de vida que está viviendo quien genera el mensaje, sino las propias que al leer se comprometen al mismo tiempo de intentarlo, y no con los caracteres, sino consigo mismo; tampoco con el escritor, sino con su caracter de ser vivo, un igual que decide expresar de esta forma una necesidad, o una obligación... Decían en otros recuerdos míos que un escritor sin lectores no es escritor, y que un escritor que no piensa en su público no es un verdadero escritor. Pero también dicen que si no hay lector no hay motivo para escribir, y se vuelve un círculo vicioso, a pesar de que la comunicación se ha vuelto un tema fundamental para analizar y discutir, y por lo general se nos va de las manos que más que otra cosa, más que tener un propósito humanista, filantrópico o de lo que podamos inventar es una necesidad de nuestra condición social, y ahora lejos de ser de una elite educada, es de quien se identifica...

12 oct 2006

convertidos

Detrás de cualquier motivo nos acecha una implacable sombra que inusitadamente nos tomamos la molestia de negar. Sucede que nos gana, y al final no somos más que alimento para una serie de organismos que consideramos lo más bajo de la cadena alimenticia, y termina por importar poco, o casi nada, lo que ocurra con la carne, siempre y cuando la lápida sea testigo obligado para quienes juran recordarnos. Es cierto, no es lo mismo recordar el cómo fue, que recordar lo que pudieron haber sido. Como una pequeña dolencia, parece una conspiración incrustada en nuestra misma programación, donde la propia voz se quiebra y se pierde, porque hay palabras que son por sí mismas, y otras, tan poco ciertas, que en su propia falta de existencia son por obligación. Nos juramos certeza, sinceridad y sobrevivencia, y vamos pretendiendo despistar su presencia con toda clase de artilugios, hoy tan normales y queridos, como antaño eran heréticos y perseguidos. No hay como que el blasfemo se vuelva santo para que el santo empiece a blasfemar.


Somos tan civilizados, que los aborígenes se burlan de la complejidad que nos absorbe, y creemos ser tan poderosos que podemos transformar todo lo que tocamos, al punto de pretender regresar a como era sin darnos cuenta que nada es lo que parece. Pero , empecinados, ondeamos la bandera de conocimiento y libertad, para, luego luego, imponer el yugo de su propia sombra, llenar las arcas de temor y de hambre por hacer planes, porque nunca hay suficiente, ya ntes de que se nos acabe, que nunca sabemos cuándo, hay que amasar de todo, ver de todo, rezongar de todo, y acabar con lo que pueda... Ergo, la vida del nuevo inocente que ya nace llorando porque sabe lo que le espera.

Y que se nos viene encima el contadero, para sumar los momentos que a cada paso nos hacen míseros grises y borregos encarrilados. Tanta libertad y oportunidad que cuando uno va por otro lado, el mismo que otros han de borreguear, se tornan en parias, radicales, insulsos y tontos que no saben lo que es bueno. Pero aún para ellos el yugo está destinado, y es ahora que bendigo al muerto, porque liberado se permanece.

Tanto nos corroe que hasta instrumento le hacemos, para que a cada sonido nos recuerde la ilusión de que se nos viene encima. Que si de lujo, que se imitación, y al final del día el bendito tiempo acaba maldecido, pero nada... al final sólo la interminable cadena de la "razón". Sólo el homo sapiens...

8 oct 2006

en honor a 2...


Hoy honraré a Bukowski, a quienes no lo conozcan, no sé qué están esperando, a lo que no les gusta, al menos lo conocen... Aquí, para quienes como yo tienen ganas de seguir haciendo esto...

So you want to be a writer?

if it doesn't come bursting out of you
in spite of everything,
don't do it.
unless it comes unasked out of your
heart and your mind and your mouth
and your gut,
don't do it.
if you have to sit for hours
staring at your computer screen
or hunched over your
typewriter
searching for words,
don't do it.
if you're doing it for money or
fame,
don't do it.
if you're doing it because you want
women in yo
ur bed,
don't do it.
if you have to sit there and
rewrite it again and again,
don't do it.
if it's hard work just thinking about doing it,
don't do it.
if you're trying to write like somebody
else,
forget about it.

if you have to wait for it to roar out of
you,
then wait patiently.
if it never does roar out of you,
do something els
e.
if you first have to read it to your wife
or your girlfriend or your boyfriend
or your parents or to anybody at all,
you're not ready.

don't be like so many writers,
don't be like so many thousands of
people who call themselves writers,
don't be dull and boring and
pretentious, don't be consumed with self-
love.
the libraries of the world have
yawned themselves to
sleep
over your kind.
don't add to that.
don't do it.
unless it comes out of
your soul like a rocket,
unless being still would
drive you to madness or
suicide or murder,
don't do it.
unless the sun inside you is
burning your gut,
don't do it.

when it is truly time,
and if you have been chosen,
it will do it by
itself and it will keep on doing it
until you die or it dies in
you.

there is no other way.

and there never was.

4 oct 2006

...

Pareciera que me ahogo, donde una sola burbuja parece la única promesa de un poco de aire para dar fe del lugar donde habré de perecer, saberlo tan conocido y reconocerlo tan mío que pueda entonces despedirlo con una lágrima sin pena. A pesar de todos los quizás y de los “quizás” y de todos los “peros”, que suman la carga que se convierte en el ancla del estorbo, y donde mi propia historia se disuelve entre tantas otras que alcanzar la burbuja deja de tener propósito, si al final habré de estar totalmente sola. Al final doy un paso y dejo el charco atrás salpicando un par de gotas y marcando mi huella, boto en él mi cigarro, o prácticamente la colilla que quemaba mis dedos, y se deja morir sola, por su propio peso, y que probablemente algún barrendero recoja y termine entre tantos desperdicios que aún antes de su posible degradación natural, no sea más que una masa irreconocible. Quizá sea así como acaben las cosas, y las palabras sobren. Al final no estaré para contarlo, pero lo habré imaginado tantas veces que existe la posibilidad de que así suceda. Lástima que no puedan entonces contármelo.

3 oct 2006

En honor a...

Hacía tiempo que no pensaba en cierto escritor cubano, que tan sólo con una novela, "El mundo alucinante", se me clavó en cierto rincón y ahora después de ver y llorar (como de costumbre) la película basada en su novela póstuma "Antes que anochezca" y con Javier Bardem interpretándolo.

A manera personal: ... A lo largo de la historia, a pesar de haber sido escrita en su mayoría por los vencedores, y quizá aún más gracias a ello, hemos demostrado que somos capaces de lo más atroz y lo más vil, desde pensamientos hasta acciones. Pero así como tenemos esa capacidad destructora, tenemos la creadora, de la que han salido creaciones, avances, ideas, sueños, esperanzas, imaginaciones, y maravillas incontables. Pero simplemente parece que nos esmeramos en ensombrecerlas, en negarlas, en tacharlas y desaparecerlas. Tanto como el homicidio como la libertad, la codicia y las alegrías. Al final del día algunos van marcando la huella, y encuentran en las palabras y en sus personajes la capacidad maravillosa para escapar de su propia cárcel de carne y hueso.


Se puede decir tanto de Reinadlo Arenas que faltarían espacios, sin embargo quedan sus propias palabras para describirse... Antes de proseguir al poema una frase suya...

"No soy religioso, soy homosexual y ahora soy anticastrista. Eso quiere decir que yo creo reúno todas las condiciones para que no se me publique un libro y para vivir al margen de toda sociedad en cualquier lugar del mundo."

Y ahora les comparto el siguiente poema... Enjoy...


Yo soy ese niño

...de cara sucia-sin duda inoportuno –
que de lejos contempla los carruajes
donde otros niños emiten risas y saltos considerables.
Yo soy ese niño desagradable
-sin duda inoportuno –
de cara redonda y sucia que ante los grandes faroles
o bajo las grandes damas también iluminadas
o ante las niñas que parecen levitar
proyecta el insulto de su cara redonda y sucia.
Yo soy ese niño hosco, más bien gris,
Que envuelto en lamentables combinaciones
pone una nota oscura sobre la nieve
o sobre el cesped tan cuidadosamente recortado
que nadie sino yo, porque no pago multas se atreve a pisotear.
Yo soy ese airado y solo niño de siempre
que os lanza el insulto del solo niño de siempre
y os advierte: si hipócritamente me acariciais la cabeza
aprovecharé la ocasión para levantarles la cartera.
Yo soy ese niño de siempreante el panorama del inminente espanto.
Ese niño, ese niño,
ese niño que corrompe el poema con su nota naturalista.
Ese niño, ese niño,
ese niño que impone arduos y aburridos ensayosy hasta novelas,
aún más aburridas, sobre “los bajos fondos”.
Ese niño, ese niño,ese niño de cara airada y sucia que impone arduas
y siniestras revoluciones
para luego seguir con su cara aún más airada y sucia.
Ese niño, ese niño ese niño ante el panorama siempre inminente
(sólo inminente) del inminente espanto, de la inminente lepra,
del inminentepiojo,del delito o del crimen inminentes.
Yo soy ese niño repulsivo que improvisa una camacon cartones viejos
y espera, seguro,
que venga usted a hacerle compañía.

found...

E . Rocha publica hoy este cartón (periódico Reforma).
Gracias por hacer que me identifique más de lo que debiera...

2 oct 2006

curiosidades de la red

De momentos agraciados a momentos graciosos hay una diferencia. Podrán ser lo mismo después de veinte años, pero no es igual. En algunos casos depende del lado del cristal en el que te encuentras, pero finalmente vale la pena andar por ahí recogiendo las piedras curiosas y simpáticas para hacer colección. Me preguntó qué ha de sentirse que de repente un día, sin darte cuenta, levantes el auricular para escuchar un "perdón" que parece no venir de ningún lado y sin ningún motivo. Pero algunos judíos realmente hacen esto durante el Yom Kippur... Y quizá sería bueno hacerlo más seguido...

Ayer me perdí en mi terrible noche de ojo hinchado y me encontré con una serie de cosas curiosas. Primero un hombre que resulta que decide un día empezar un proyecto, y lleva seis años tomándose fotos a diario, subió un video y tiene además su página (NOAH) y luego se dio cuenta de otro personaje que durante ocho años lleva haciendo lo mismo. Jonathan Keller definitivamente sí ha cambiado, tomando en cuenta que empezó a los 19 años... Les recomiendo darse una vuelta por estos dos videos, y por sus páginas...

Pero lo que más me sorprendió ayer, fue un video que encontré también en YouTube (que no pr nada me gusta tanto este portal) es un experimento que hizo un chavo en EUA (creo) de dar ABRAZOS. Y es que a veces no hace falta otra cosa más que un abrazo. A ver si no me encuentran luego un día haciendo lo mismo jajajaja...

ABUR!!!

desde dentro...


Quisiera plasmar historias de estos días... abandonado ya el borrador hasta próximo aviso, queda pendiente la pregunta de la obviedad, ¿por qué tanta insistencia en hacer público lo que insisto tanto en dejar en privado? Pero no vale la pena darse la vuelta por ese rincón, no aún...

Dicen que el amor duele, pero se les olvidó advertirnos que en realidad lastima y por negligencia se torna en ausencia. Quizá dejar que se nos hinchen los ojos y tumbarnos durante horas no valga la pena, pero hay puertas que hemos cerrado, y juramos que nadie tiene la llave, que no regresarán, que no habrá luz que las vea ni espejo que las refleje, y simultáneamente se van tornando el árbol seco y lúgubre que adorna la cornisa de la ventana por la que se va filtrando la poca luz que le gana la batalla. Al final se resquebraja y quizá hasta la simiente se remueva, pero la tierra también tiene esa memoria, y en su reciclaje pasó a ser parte de la ventana, de la luz y del ojo que buscaba sin darse cuenta que se había encerrado en el interior. Esos huecos no se cierran desde fuera, sino desde dentro, y nos hacemos prisioneros por nuestra propia cuenta, culpando a todo lo que no es lo mismo de pusilánime y desconfiado. Siempre está la espera de que alguien abra la puerta por su propia mano, y se nos olvida que eso es lo que queríamos, pero lo olvidamos cuando no avisamos de dicho deseo. No hubo pistas, ni juegos de palabras ni pruebas a superar para tirar la cerradura. Sólo había que girar la manija, entrar, una brisa de aire fresco para que las viejas hojas volvieran a mecerse y las ramas a crujir bajo el estruendo del aletargado silencio. Entonces viene la lluvia y se seca la tierra, va siendo hora de salir...

25 sept 2006

all time favorite


Hoy recuerdo, y me acuerdo de uno de mis textos favoritos... De un escritor fallecido el 29 de marzo de este año, Salvador Elizondo...

Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.

Y con eso los dejo... un beso.



pesadilla


Los sueños y las pesadillas suelen caracaterizar a una niñez que busca abrigo en la cama de los padres, donde con un poco de protección se disipan o se olvidan. Mientras tanto, nos olvidamos de que cuando somos algo mayores, la cama de protección ya no es accesible, y donde a uno lo avientan a protegerse a sí mismo de sus propios sueños. Es aterrador cuando una noche, sin deberla ni temerla, te embriagas en una, te espantas al despertar y lo único que podrías hacer es hablarle por teléfono a alguien para tratar de tranquilizarte, pero la noche es para descansar y no lo haces por no quitarle el sueño agradable a quien sí lo tuvo.


Tenía tiempo sin una pesadilla. Llevo rato con sueños del todo extraños, pero anoche me ganó... Me ganó la imagen, el sentimiento, los sentidos fueron embriagantes, y el resultado solitario. Al final se recuperó el sueño y la calma, pero no se olvidó, como tantos otros.

Entre la infancia, el control, el dolor de los que ya dejaron de ser de cariño, de las compañías perdidas, y de errores de la tecnología que pueden ser para matarnos, me quedo con una sensación de vacío. El resultado y el mayor recuerdo el darme cuenta que gracias a un cariño, a un contacto físico, se salva una vida, o se compensa la retirada con un poco de felicidad, para terminar en una aventura a velocidad extrema sin control y sin premonición del resultado. Y al final, el miedo de no entender, el miedo de sobreentender el sueño, que podría convocar a un llamado de atención, aunque no deja de ser del todo posible que no sea más que una simple tontería, como tantas otras. Pero ese diálogo poco claro, donde un día no sabes si lo que soñaste va a pasar, o es sólo una imagen para dejar pasar. Pero son cosas que un día resulta que no se olvidaron.

Lo dejo así, por el momento, y me quedo con unas frases perdidas que hoy comparto... Aumentaré la colección pues.


Si la lógica te indica que la vida es un mero accidente sin sentido, no renuncies a la vida. Renuncia a la lógica. (Eclesiastés)

Si apuntas hacia las estrellas, puede ser que no alcances alguna, pero no terminarás con las manos llenas de lodo. (Leo Burnet, publicista)

No tiene caso ser el hombre más rico del cementerio, de todos modos, no se pueden hacer negocios desde ahí. (Coronel Sanders)

Tirarle un hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él. (Jack London)

Los libros no son muebles, pero nada como ellos viste una casa. (Henry Ward Beecher)

Yo no tengo objeciones con las diferentes iglesias, mientras que no interfieran con la obra de Dios. (Brooks Atkinson)

El cerebro es el órgano mas maravilloso. Comienza a trabajar cuando te levantas y no deja de hacerlo hasta que llegas a la escuela. (Robert Frost)

Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir. (Oscar Wilde)

22 sept 2006

La utopía con Murphy

Es de llamar la atención cómo un ingeniero de los años 40 y 50's acabó por revelarnos, una vez más, lo incontrolable que es toda la maraña de existencia según nuestro "racional" punto de vista. No dudo que antes de que se exteriorizara un comentario del tal Murphy se dieran casos como los que ahora acusamos de apelar a estas leyes, pero ahora pareciera que las manejamos como algo totalmente casual, nos define. Es parte de este inconciente que siempre te está molestando; que si se jode, se va a joder bien. Las cosas no se hacen a medias, me refiero a las malas, porque las buenas se nos vienen resbalando del aburrimiento. Las buenas noticias nos alegran, pero nos hace reír la burla de las malas... Cuando le toca a otros, claro. Aunque también hay que tomar en cuenta la famosa ley física de la homeostasis. Todo busca balance, y al final del día hay de lo bueno, de lo no tan bueno, y de lo malo, que al final acaba siendo el motivo de mis propias burlas y vergüenzas que con tanto orgullo me propongo gritarle al mundo, porque, pues ya, para ser bufón hay que serlo completo. Repito, las cosas a medias, nanais.

Es bien probable que yo no sea la pluma del siglo, que lo que escribo sea algo que valga la pena, y que la sombra de Bukowski no me persiga en mis pesadillas. Pero al menos creo que me río un poco... o hago que se rían de mí... Detalles, detalles. Pero si tiene que salir mal, probablemente será bueno que empiece a darle una oportunidad a pensar en la posibilidad de que saldrá horrible. Pero es verdad; innegable será cuando definitivamente deje de ser una sorpresa y tengamos que dejar de mencionar el resultado que de una frase de un ingeniero gringo, se deformó para crear toda una ley (Leyes de Murphy)

A pesar de todo esto, y de lo que no he dicho, porque no voy a dar una cátedra sobre el origen de las leyes, su uso, las generalidades, las categorías y todos los corolarios, relacionarlo con una condición humana mucho más general resulta aterrador, pero no dejo de pensar que quizá por eso estamos como estamos: si puede haber una guerra, la habrá; si pueden violar a una niña, la violarán; si pueden ser terroristas, lo serán; si pueden ser asesinos, lo serán; si pueden ser dioses, lo serán; si pueden... Prefiero reducirlo, antes de generar la lista interminable, a: si pueden ser humanos serán inhumanos.

Llevo días con esta idea de que la "humanidad" y el "ser humano" como conceptos están maravillosos. Tacho de realista a mi percepción, por el simple hecho de que todavía no conozco a nadie que sea humano en realidad, como concepto, pero sí, casi todos somos homo sapiens... Que, aceptemos, no es lo mismo.

Una utopía más, como la de la "democracia" y el "socialismo", y demás formas de gobierno.

Pero unas utopías nos las creemos, otras no. Algunas fantasías las aceptamos y las otras no, y como dice Zizek, en quien por algún motivo confío, la verdad está afuera y es tan evidente que sólo por ello no se dice, pero se hace. Si tanto odiamos que jueguen con nuestras mentes, haría falta reconocer tantas cosas obvias que decimos que no lo son. No hablo de utopías como la de Tomás Moro, aunque hasta cierto punto, también es aceptable, y va tan de la mano con el concepto de "humano" que hasta parece hermoso, pero mientras sigamos diciendo que es "aburrido un mundo de color de rosa" entonces habrá que reconocer que nos encanta autoflagelarnos con la misma daga todos los días...

Quizá se me pueda acusar de ser cruel, o demasiado cruda, pero la verdad no duele, sólo nos incomoda. Por mucho que parezca un desquiciado comentario (probablemente tengan razón) al final del día nos acomodamos frente al televisor para ver o evitar las malas noticias alrededor de nuestro pequeño mundo. De repente se nos olvidan las grandes hazañas de quienes eligieron el lado negativo de las cosas, porque cada día hay nuevas. Pero la televisión dicen que no vendería buenas noticias, para eso da flojera... Pero si es lo que tenemos, y aún nos autodenominamos "humanos" y todavía no estamos listos para que en realidad se cumplan nuestro sueños... Que alguien nos ayude, porque sólo nuestra "racionalidad" nos lleva a nuestra aniquilación. Así de racionales somos, y tanto así que hasta leyes de negatividad nos acompañan a diario, y las tomamos como broma, así de chistosa es la ironía, como temerle a la muerte y disfrazarte de Catrina.

19 sept 2006

sólo por necesidad

Total, que viene siendo lo mismo. Quizá cada pieza represente un día, y todas las que faltan para ello, son tan sólo la señal de que sí es mucho más extraño, menos agradable, y más sencillo acostumbrarse. En medio de las circunstancias, tendemos a culpar a una adversidad de promover que nos acostumbremos a esto que detestamos. Pero si es verdad que a todo nos acostumbramos, menos a no comer, quizá entonces seamos mucho más elementalmente idiotas como para darnos el lujo de pasarlo por alto.

"Algunas personas confunden realidad con fantasía, y algunas fantasías no fueron hechas para ser realizadas"... (Creo que es de alguien llamado Dubois-chevalier, o algo parecido, pero no he podido confirmarlo).

No sé qué es peor: acostumbrarse a la despedida, o despedirse por costumbre. Por usual que parezca, las intenciones son las que van recreando el bagaje de la farsa que nos caracteriza. Partiendo del mismo exceso de hábitos y costumbres, vamos dando por hecho que será una cuestión de mayor poder el gobernarse por una creencia o una confrontación personal, donde sea lo que fuere transformamos la mirada en molestia y en rechazo de quienes han dejado de cuestionarse lo mismo que tanto nos piden repensar, y al final del día nos aturde.

Hoy temo acostumbrarme a lo que no me gusta. Pero han sido tantas las veces en que esto ha ocurrido, que quizá se convierta en algo tan cotidiano y querido que se me boten las cabras y luego sea mi preferencia. Con todo lo que me ha marcado y lo que me ha ido conformando, puedo hacer un recuento de mi historia personal, donde termino por comprometerme con algo que es más grande que yo y me viene marcando y definiendo según mi propio "lugar" en este ambiente de tanta socialización que deja de ser comprensible, lógica, o hasta del todo productiva y buena.

Y me voy cansando de hacer planes para terminar destronando la propia ilusión y despedazar la buena imagen que tenía. ser tan "positiva" para descubrirme mucho más indiferente y negativa de lo normal...

16 sept 2006

Un dia te acuerdas...

Un día te acuerdas, te dices que levantarás el auricular cuando tengas un rato libre y le marcarás...
Un día te acuerdas, te dices que hoy sí levantarás el auricular cuando tengas un rato libre y le marcarás porque no puede pasar otro día.
Un día te acuerdas, te dices que esta vez será, que hoy será el día en el que te acordarás de llamarle cuando tengas un rato libre.
Un día te acuerdas de que no le has llamado, y te propones hacerlo...
Un día te acuerdas y te das por vencido con los recordatorios.

En ocasiones te armas historias en tu cabeza, motivos que sin querer acusas de ser culpables de la situación, porque no has marcado, aunque te hayas acordado de hacerlo, pero del otro lado tampoco se ha levantado el auricular y entonces despilfarras tiempo y energía en dar excusas a una de las más comunes y naturales acciones humanas.

Al final terminas en la reunión, la fiesta, la celebración o la despedida y te encuentras. Ese es el día, no todos los anteriores donde los propósitos se disiparon con la destrucción de su propia osadía. Entonces es cuando se da de nuevo el regreso, la palabra, y todo. Hablas, resulta que te extrañaban, que extrañas y te resulta particularmente usual, casual, común. Y termina como siempre, deseando verse, deseando ponerse de acuerdo, un día de estos. Y acaba siendo lo mismo.
Un día te acuerdas...

15 sept 2006

es curioso

Borges lo había nombrado en un cuento que escribió en 1941, tantas posibilidades latentes, que no desaparecen, sólo no fueron del todo tomadas, pero con despilfarro por darle una oportunidad a pensar en todo lo que no se pensó, lo que no se decidió, los caminos que no fueron tomados. Los camino se van bifurcando, como bien lo menciona el título del mismo texto, y al final sin darnos cuenta vamos terminando por llegar hasta donde estamos. Podemos deshacernos en palabras rebuscadas, y en excusas planeadas para que "parezca" que todo es algo controlado por algo más allá de nosotros, que hemos titulado Destino. Pero me niego a creer en ello. Sin querer queriendo vamos decidiendo las relaciones, vamos teniendo afinidades, y vamos descubriendo una forma de ver el mundo, y las compañías se van encontrando se van dando.

Recaemos en la eternidad de los amigos de la infancia, y muchos no se convierten en más que simples compañeros con quienes compartimos alguna etapa, pero no siempre se afianzan de la misma manera, y terminamos analizando las cosas con otras personas, y estructurando un verdadero "futuro" con otros. Y sigue la historia mientras con un poco de café, buena charla, y ninguna prisa, van saliendo palabras sin mesura, hasta llegar a lo que no sehabía pensado tocar. y al final del día, las cosas siguen igual. No hemos dejado nada de lado pàra nadie, y cuando nos damos a conocer a quienes queremos que nos conozcan y quienes conocemos, no queda mucho más que encontrar esta sección de tener un testigo, tener compañía, tener quien haga cconstar que has hecho algo, que has vivido algo, que has llorado o reído otras tantas. y así nos vamos perdiendo, porque la reinvindicación está en los demás, en ese momento compartido, en esas decisiones que nos alejan y nos acercan, pero que seguimos compartiendo con esmero y dedicación, porque todos los días vamos echándole leña al fuego para que no muera, y de vez en cuando reconocemos viejos troncos secos, otros húmedos, y algunos carbones que se enfriaron hace tiempo y no volverán a prender, algunos tibios, y algunos que quizá se reaviven, pero no todos son fuego.
Es curioso lo que me llama la atención.

12 sept 2006

cuento chino

Entre el domingo y ayer, y los titulares que siguen apareciendo hoy, el mundo rinde homenaje al aniversario de la zona cero. Un chorro de gringos no están seguros de qué fue lo que pasó hace cinco años, algunos no se acuerdan que ocurrió hace cinco años, y a muchos les viene valiendo un reverendo cacahuate (sí, con todo y sotana). Mientras tanto, iluminan la zona cero como espectáculo de luces (dizque Xcaret) mientras otros han de asegurar que todo lo que todo lo que se vió en televisión sólo se trató de un montaje televisivo (como los que creen que el alunizaje del 69 fue en un estudio) o una broma de David Copperfield. Seamos sinceros, este hombre logró "desaparecer" la estatua de la libertad ante "millares" de personas, entonces pues... Podría ser probable, plausible, aunque no del todo creíble, que lo hiciera con las torres gemelas. Quizá ha puesto pantallas gigantes además de armar todo un set comercial (como en la guerra de los mundos) y de forma muy sutil, y por debajo del agua, ha dejado que el mundo dirija las miradas al otro lado, mientras secretamente se queda con dos mega construcciones para su uso personal y el de todo su consejo de magos.

Sí, en los no sé cuántos pisos, no se cuántas oficinas, viven y practican los secuaces de Copperfield, y probablemente también Cris Angel, mientras aún seguimos buscando a un culpable en algún desierto.

Si vivimos en un mundo tan inverosímil, con estadísticas de 40% de poblacíon mundial que nunca ha hablado por teléfono, y done la moda de los ricos ahora es comprar Islas donde probablemente instauren sus propios gobiernos autoritarios, (quizá el PEJE deba hacer eso y así alimentar su extraña hambre de... Su extraña hambre), y que por una persona o dos, los países se meten en guerras casi nucleares matando a miles como si fueran viles hormiguitas, y ya nadie se sube a su corcel, y blande su espada ante el enemigo, mientras un pobre niño toca el tambor, y un tembloroso da su vida por salvar el estandarte...

Digo también se vale que yo me invente un cuento chino, ¿¿¿no???

10 sept 2006

mumbling


A veces la acción mecanizada destrona la intención, las peculiaridades se tornan morbosas, y los significados vacíos. Pero, quizá sea la misma mecanización lo que signifique por sí mismo el destierro o la aceptación que negamos buscar y de forma más conciente que inconciente nos revela como lo mismo de siempre. Llegar al punto de tomar como insulto que alguien te considere NORMAL, es la manía de querer ser del grupo de inadaptados, que son tan comunes que a sí mismos se descalifican. Pero vaya, que de todas formas seguimos siendo, nos ganan a veces las estructuras, y todo lo que hemos venido recogiendo. Al final de cuentas, no podemos siempre evitar entrar a las mismas tiendas, y descubrirnos vistiendo las mismas prendas, las mismas marcas, y hasta los mismos precios, para que se nos caiga el teatro de la autoetiqueta, mientras no olvidemos que frente al espejo no somos igual que el resto. Pero el mundo nos clafica, y a pesar de ello, y de todo esto, y de todo lo de siempre, la misma maraña de locuras, de tonterías, de desprendimientos, lágrimas, risas, déficits de atención, estudios, conocimientos, desconocimientos, opiniones y desacuerdos, acabo regresando a lo de siempre, a la misma palabra que siempre se dice, al mismo reconocimiento de lo que vengo haciendo para ser a través del ojo que siempre anda acechando los recobecos abandonados que se asoman más a menudo de lo normal.

9 sept 2006

Se puede recurrir a millones de canciones, poemas, novelas, cartas y hasta testamentos, y los motivos dejarán de ser los propios por igual. Se desprende un pedazo de compostura, y se pierde el hilo de la composición. Las notas de descuadran, dejan de sostenerse y poco a poco se van perdiendo en el eco de su deshecho. Entonces es cuando parece que otros tienen la palabra exacta y el sentimiento en mano, el mismo, el que pertenece, el que encaja. Y cometemos el error, identificarnos demasiado y pretendernos protagonistas de una historia en la que ni siquiera somos personajes accidentales. Y nos olvidamos, nos olvidan, y se nos olvida.

No importa qué tan algo grite, o qué tan lejos se escuche, si la misma mano que alzo para pedir ayuda, se prende de mis brazos y mi cuello para seguir anclándome. Quizá se trate de buscar lo que no corresponde, de querer lo que no es nuestro, de suponer una lucha por aquéllo que no somos. Pero da lo mismo, si a fin de cuentas puede que lleguemos a morir sin saberlo siquiera.

Hay quienes sentimos que llevamos caminando sin parar durante años, pero no nos hemos movido, y habemos quienes caminamos sin saber por dónde hemos pasado ni a dónde nos dirigimos. Quizá no teníamos que movernos, o quizá no teníamos que fijarnos. Pero se queda el remanente de lo que no fue, lo que no se hizo, lo que no se buscó, lo que no se creyó, y entonces se deshace el nudo prometido, se devuelven las mismas inseguridades y se prentende empezar lo que nunca había siquiera sido creado. Y ya para qué.

Si son tantas las dudas, las heridas y las miradas a lo que no hemos hecho, entonces ni siquiera estamos seguros de lo que estamos haciendo. Quizá lleguemos de todas formas, a algún lugar al menos, pero puede que nunca nos demos cuenta y sólo pasemos de largo...

Les deseo que el arrepentimiento nunca los apremie, y que la duda no los confunda.

5 sept 2006

...cantaba el rey david...

En este momento sería bueno que me diera una apoplejía para evitar una extraña obligación a ser sincera, escribir esto y lograr que así pase a la posteridad como uno más de mis vergüenzas. Aunque el decirlo no es lo peor del caso, tomando en cuenta que ya hubo quienes tuvieron el placer de escucharlo cara a cara de mi boca y persona, y reírse en el preciso momento, a forma de prevención de el contenido de estos caracteres; lo peor reside en el hecho de que no hay testigos, y quizá a alguien se le podría pasar por la cabeza que es un invento mío, pero créanme, tengo algo de imaginación, pero definitivamente no tanta.

El insomnio suele caracterizarse por la vigilia o la falta de sueño a la hora de dormir. Estados prolongados de insomnio suelen diagnosticarse como trastornos del sueño, y existen clínicas que se dedican a ayudar a quienes están dispuestos a dormir y ser monitoreados por ello. Pero si llego a una clínica de sueño con un motivo como el mío, quizá me manden a freír espárragos con una orden de no acercarme a menos de veinte metros de ninguna clínica del estilo.



Y es que, de pequeña, según mi mamá, yo tenía la costumbre de arrullarme antes de dormir, cantando un par de canciones (sí, yo no soy precisamente cantante de regadera, sino cantante de sábana) y es una manía que de vez en cuando repito por las noches, en bajito, para no tener que atormentar los oídos de nadie. Mi repertorio consta, generalmente, de las canciones que solía cantar en el coro de la primaria (quizá porque me trae buenos recuerdos, y porque nunca, o casi nunca, he vuelto a escuchar esas canciones en ningún otro lugar, y empiezo a preguntarme si quizá no serían los inventos de aquélla profesora con exceso de maquillaje, una arruga en el cuello que parecía cicatriz de degollada, y cuyo nombre, Elda, nunca lograré sacar de mi cabeza…¿?).

Sin entender el motivo, el gran error de la noche, una canción popular mexicana, que solemos cantar en coro alrededor de quien festeja su aniversario, antes de apagar las velas el pastel, surgió en mi garganta, comencé a cantarla y súbitamente, al terminar la palabra David… se acabó… Adiós inspiración, adiós sueño, adiós posibilidad de una noche tranquila, y definitivamente adiós a toda posibilidad de ser una persona normal. Olvidé el resto de la letra, a pesar de las incontables ocasiones en las que la he cantado en voz alta, o me la han cantado (sin contar los pastelazos, de los cuales me temo que en algún momento comenzarán a vengarse, auxilio). Y así, en medio de mi vergüenza y frustración por no recordar el resto de la canción de siempre, pasé la noche en vela, y por encima se lo voy anunciando al mundo.

Y la apoplejía no ha ocurrido…

No, aún no…

4 sept 2006

Alegato de defensa personal


Se dice que el cinismo es una desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables (me encanta esta palabra), o una impudencia u obscenidad descarada, además de algo relacionado con el desaseo, y que además tuvo su propia escuela entre algunos discípulos de Sócrates. Por lo tanto, según esta definición, todo lo que tenga que ver con un cínico, viene de la mano con todo.

Hoy ando decidida a ser cínica, pero las anteriores no son precisamente mis mejores o las definiciones que prefiero. Siempre me quedaré con "Un cínico es una persona que huele flores, y se voltea en busca de un funeral"

Y es que me han llamado "Mala, mata-arañas" además de muchas otras cosas... Pero sobre todo la de siempre "estoy loca".

Y es que sobre todo he sido culpable de reírme de mí misma el día de hoy, y de ahí resulta que estoy ujn tanto loca, y que quizá no deba aceptar una chambita en mi ex escuela, y quedarme a cargo de chavitos desde kinder hasta secundaria, porque puede que sea una mala influencia para su salud mental. Pero reconozcamos el hecho, de vez en cuando es divertido eso de reírse de uno mismo, sobre todo cuando sabes que te vas a reír en el futuro o que alguien lo va a hacer por tí. Pues mejor reírte antes de que los demás lo hagan de tí...

Pero regresando a la etiqueta impuesta sobre mi persona, inocente he dicho, es que soy una "mala, mata-arañas". y es que una pesona mala es aquélla que carece de bondad según su naturaleza o destino, o se trata de algo dañoso o nocivo para la salud, y que se opone a la ley o razón, o algo enfermo. Y es que tengo que preparar mi alegato de defensa propia.

Sí, maté a una araña que entró en mi propiedad privada, sin permiso. Ella cometió un acto contra la ley, puesto que invadió mi propiedad privada en contra de las costumbres y la buena voluntad de las leyes que nos rigen, además su presencia me hacía a mí correr el riesgo de ser mordida por ella, lo cual atenta contra la salud, y may ormente no hice nada que fuera en contra de mi "destino", porque no syo una persona que cree precisamente en el destino.

Pide un segundo de silencio por la muerte de la araña.

Y ahora, que me he declarado inocente, quiero agregar que se me ha aclarado que no soy mala para matar arañas, al contrario, resulta que soy buena matando arañas, pero que matar arañas me hace mala... Y pues cómo exlpicarlo de otra forma más enredosa?? Ahora si gustan llamarme loca, háganlo con pleno conocimiento de las causas y los motivos, y que no provengan de ningún texto religioso, porque simplemente... No sería la mejor opción.

En fin, esto es todo por hoy... Quizá ahora puedan catalogarme como "Asesina del cereal"...

Irresoluto

El tiempo suele pasar sin realmente percatarnos de lo que es... Pero te vas dando una idea cuando le dices a un chico de 15 años que ojalá tuviera diez años más para poder ser terreno legal según tu forma de vida. O cuando la última vez que viste a cierta persona apenas aprendía a caminar y ahora está dispuesto a enseñarte las ecuaciones de cálculo, y los vectores de física que nunca entendiste.

Llamamos irresolutos a las personas dubitativas o del todo inseguras, o cuando hay algún asunto no resuelto. Me tomo la libertad de unir ambas cosas, porque si lo vemos de una manera un poco más amplia, una persona irresoluta se encuentra ante un aunto irresoluto. Es entonces que me acuerdo de cuando me enseñaron que si iba a hacer algo que lo hiciera porque yo de verdad quisiera hacerlo, y le pusiera todo mi esfuerzo, de lo contrario no valía la pena. Y que si dudaba de algo, en verdad dudara dos veces, pues era señal de que algo no me tenía del todo satisfecha.

Debería de aprender un poco más de mis mismas palabras, pero es que no deja de ocurrir que vemos a otras personas con esas circunstancias, y es cuando nos llama la atención, y más aújn cuando nos disponemos a que sea aún más marcado aquello de la duda interior. Como me dijeron hoy "Sabes que le causas conflicto a alguien,, y por ello quieres causarle más conflicto?" Y mi respuesta simple y llanamente fue SÏ, seguida de una carcajada sincera. ¿Qué acaso no se vale ser un tanto traviesa de vez en cuando? Definitivamente hay ocasiones que llaman a hacer este tipo de cosas, aunque espero no llegar a extremos de los cuales me arrepienta. Pero hace tiempo que no me pasaba algo parecido, que me hiciera disfrutar tanto...

Pero sobre todo que me echen porras... Vamos, que no importa lo que te pongas, sino el cómo te sientas en lo que llevas puesto, y puede ser tan divertido!!!!

En fin, me quedo corta el día de hoy, porque me voy a tornar irreverente. Pero los dejo con un video maravilloso. Hagan Click en el link de abajo, y disfrútenlo...


http://video.google.com/videoplay?docid=5887215936550250197&hl=en

2 sept 2006

La personalidad recientemente descubierta...


Pollo encontró una de mis personalidades (según ella) en un poema de Benedetti. Y no puedo dejar de subir el nombrado poema para que otros formulen el veredicto o descubran y entiendan esta particular personalidad....



Defensa de la alegría (Mario Benedetti)

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

1 sept 2006

Frases de pelicula

Mientras me quedo escuchando un debate entre algunos miembros de diversos partidos después del resultado de la sesión en la que se presenta el informe anual de mano del Presidente de mi país, antes de tomar una postura para poder entenderla y defenderla les comparto algunas frases de películas. Lamento, y lo digo en serio, que aquéllas que son originales en inglés se encuentren traducidas... Una disculpa a mí misma también por ello. Hay muchas más, pero vamos por partes...


"Los corazones nunca se rompen, sólo de doblan" Corazones de la Atlántida.

"No diré: no llores, pues not das las lágrimas son amargas" ESDLA

"La verdad es como una manta que siempre te deja los pies fríos" La sociedad de los poetas muertos

"En los libros podemos refugiar nuestros sueños para que no se mueran de frío" La lengua de las mariposas

"No llueve eternamente" El cuervo

"¿Cómo iba yo a saber que tenía ocho años? Me dijo que tenía veinte... La culpa es de los padres que las visten como putas" Airbag

"Algunas personas escuchan sus voces interiores con gran claridad y viven de acuerdo con lo que escuchan. Esas personas se vuelven locas, pero se convierten en leyenda" Leyendas de pasión.

"Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar" Como agua para chocolate.

"Todo hombre muere, pero no todo hombre vive realmente" Corazón valiente

"¿Qué es un fantasma? Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez, un instante de dolor, quizá algo muerto, que parece por momento vivo aún, un sentimiento, suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar. Un fantasma, ese soy yo" El espinazo del diablo.

"La vida es el interminable ensayo de una obra que nunca se estrenará" Amelie.

31 ago 2006

FOTO


Propuesta para evitar el consumo excesivo de alcohol, al reducir el límite de cerveza a un vaso por persona.
¡¡¡Por el bien de todos!!!

solo hoy

Elegir entre dos caminos no siempre es tan blanco y negro. Cuando tú eres gris, los colores de los caminos no son tan relevantes, el problema es que te distingas y decidas ser un color y tomar el camino que no te combina. Da tantas vueltas la rueda, y tan rápido parece caminar el tren, que bajarse para observar desde fuera y subirse más adelante sería para detener a todos. Verla desde fuera, bajarse, uno solo, no creo que valga tanto la pena, como si todos nos bajáramos juntos, unos cinco minutos, y respiráramos para renovar fuerzas y regenerar la perspectiva. Pero ya no habrá la misma luz cinco minutos después para el siguiente paisaje, ni la misma fuerza. Algún bichito habrá muerto en el paisaje mientras otro habrá nacido, pero no será el mismo bicho.

Es como el tema del río, de sí te puedes meter en el mismo dos veces, tanto porque el río cambia, así como la persona.

Hoy no es filosófico, sólo palabras, pero las mismas palabras que se entrecruzan y se hacen marañas en nuestro hablar interior, reflejan la misma indecisión y la misma mezcolanza a la hora de tomar una decisión. No siempre se es tan impulsivo, y reconozco que sigue siendo la tragedia de quienes tanto pensamos la vida... Se nos va parte de ella en pensarla y repensarla, en decidir cuál de las opciones, para así estar concientes de que si nos arrepentimos, no será por no haber tomado en cuenta elr esto.

29 ago 2006

Si quieres hacer reir a dios...


"No sirve la misma forma para todos, cada uno inventa la suya, la suya propia, hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa, A no ser, A no ser, qué, A no ser que esos tales ríos no tengan dos orillas sino muchas, que cada persona que lee sea, ella, su propia orilla, y que sea suya y sólo suya la orilla a la que tendrá que llegar." La Caverna, José Saramago

Y sin más, hay días que siento que me quedo varada a la mitad del río, como si aún no encontrara la orilla señalada o mi propia orilla. No estoy en donde estaba, pero no sé en dónde estoy. En algún lugar, dando la vuelta, saludando y flotando, mientras la corriente me lleva y yo trato definirla. Me gana, es grande, a veces turbulenta y en otras tranquila y silenciosa. Siempre da, siempre quita. todo se resuelve y se revuelve. Poco a poco, se levanta la mirada, se ve el mismo cielo, las nuevas nubes, las posibilidades que ahí se refllejan, pero aún no apuntan al camino, ni a la orilla. NO conozco aújn el lenguaje de las estrellas, y no tengo la brújula que me guía a dónde quiero, que no serviría de nada cuanod no lo tengo claro.

27 ago 2006

De las promesas...


Dicen que el tiempo lo cura todo, y al final de cuentas nos quedamos con un puño de momentos incómodos que creemos que ganamos y logramos disimular exitosamente. Pero también es cierto que la persona más fácil de engañar es a uno mismo, y subestimamos el rabillo del ojo observador del otro lado. ¿Por qué le echamos tantas ganas en cumplir nuestra palabra y nuestras promesas a otras personas, y de repente nos olvidamos de las que nos hacemos a nostros mismos?

No hace falta decir "te lo prometo" o "te doy mi palabra", o cualquier otra frase que ponga en jaque a quien deposita una confianza. Entonces, un segundo, así sin mucho más... tan sólo para que se tomen en serio las palabras entregadas. Llega un momento en el que no importa la distancia, ni el tiempo de separación, ni los años de silencio, porque al final de cuentas las palabras fueron dadas, las promesas hechas, y si hay algo que se mantiene es la fidelidad a uno mismo, y esas promesas a veces sin querer, y a veces con más ahínco que ganas, se van llevando a cabo, a pesar de que quien está del otro lado, quien ya olvidó lo dicho, quien tomó las palabras sin mucho interés. Yo aún pongo el dedo en la llaga, y la mano en el corazón, porque aún llevo esas palabras colgadas, y sólo hasta haberlas cumplido, serán liberadas, se escuchen o no.

Pero los sentimentalismos no siempre venden.

26 ago 2006

Extrañar



Extrañar es una palabra que no logro atrapar en todo su contexto. Entre que se trata de echar de menos a alguien o algo, sentir su falta, también es repatriar o extraditar a alguien, también es privar a alguien del trato y comunicación que se tenía con él, así como rehuir y esquivar, así como rehusarse o negarse a hacer algo…

Si tuviera que conjugar lo que una palabra puede significar, podría entender todo lo que no dicen los libros y hacerme de una total y completa locura al tratar de escribir y saber “todos los usos” de una palabra para que digan exactamente lo que yo quiero y que lean exactamente lo que yo quiero. Pero pues soy vulgo… No lo haré.

Extrañar o no extrañar es no estar conforme, enfrentarse a una situación no agradable no deseable, querer que sea diferente, y no estarle restregando al futuro lo que el pasado era y el presente no tiene, porque no tengo más presente que el que no es ya pasado ni es ya futuro, y si lo borro de todas a todas no tengo porque extrañar. Pero entonces tendría que reconocer que estoy haciendo caso a lo que es, el rehusarse y esquivar las cosas, entonces va encajando la palabrita por ahí, porque estoy rehusando lo que no tengo, lo que estoy echando en falta, y que quizá no está porque lo extraditaron, entonces podemos encajarlo. Pero eso de estar extrañando a alguien…

Si le tengo que extrañar pues le dejo de hablar porque se me da la gana, entonces le hecho en falta porque ya no le estoy aventando monólogos insospechados, y no tengo que andar pensando en si está realmente escuchando o no, o retroalimentándome. Pero cuando ya lo extrañé, pues lo extraño porque le echo en falta, y pues quiero volver a comunicarle cosas, pero está extrañado, porque además le va a parecer extraño, raro, curioso, que vuelva. Entonces él va a ser el extrañado, el que me va a extrañar y quizá me eche en falta porque igual y me extrañan de mi país y después ya pierdo todo contacto, luego soy más extrañada porque la tecnología obliga a que se corte la comunicación, y después tengo que estar extrañando gente y conversaciones, y aún más tarde tener que aceptar que me extrañaron y estoy en un país extraño con gente extraña…

Y entonces me extraño de la palabra extrañar y de no extrañar cuando alguien me decía que era lo correcto, cuando se extraña a alguien o lo extrañan o lo extrañan o lo extraño o me extraña y me extraña…

Suerte

Fresh Start



Los inicios siempre son buenos... No hay punto final, y darle continuidad es tan sólo desenterrarse los clavos que no han acabado de abrir la puerta. la llave, sigue guardada, escondida. Por el momento se toca a la puerta, pero las palabras fluyen....
Gracias!!