25 sept 2006

pesadilla


Los sueños y las pesadillas suelen caracaterizar a una niñez que busca abrigo en la cama de los padres, donde con un poco de protección se disipan o se olvidan. Mientras tanto, nos olvidamos de que cuando somos algo mayores, la cama de protección ya no es accesible, y donde a uno lo avientan a protegerse a sí mismo de sus propios sueños. Es aterrador cuando una noche, sin deberla ni temerla, te embriagas en una, te espantas al despertar y lo único que podrías hacer es hablarle por teléfono a alguien para tratar de tranquilizarte, pero la noche es para descansar y no lo haces por no quitarle el sueño agradable a quien sí lo tuvo.


Tenía tiempo sin una pesadilla. Llevo rato con sueños del todo extraños, pero anoche me ganó... Me ganó la imagen, el sentimiento, los sentidos fueron embriagantes, y el resultado solitario. Al final se recuperó el sueño y la calma, pero no se olvidó, como tantos otros.

Entre la infancia, el control, el dolor de los que ya dejaron de ser de cariño, de las compañías perdidas, y de errores de la tecnología que pueden ser para matarnos, me quedo con una sensación de vacío. El resultado y el mayor recuerdo el darme cuenta que gracias a un cariño, a un contacto físico, se salva una vida, o se compensa la retirada con un poco de felicidad, para terminar en una aventura a velocidad extrema sin control y sin premonición del resultado. Y al final, el miedo de no entender, el miedo de sobreentender el sueño, que podría convocar a un llamado de atención, aunque no deja de ser del todo posible que no sea más que una simple tontería, como tantas otras. Pero ese diálogo poco claro, donde un día no sabes si lo que soñaste va a pasar, o es sólo una imagen para dejar pasar. Pero son cosas que un día resulta que no se olvidaron.

Lo dejo así, por el momento, y me quedo con unas frases perdidas que hoy comparto... Aumentaré la colección pues.


Si la lógica te indica que la vida es un mero accidente sin sentido, no renuncies a la vida. Renuncia a la lógica. (Eclesiastés)

Si apuntas hacia las estrellas, puede ser que no alcances alguna, pero no terminarás con las manos llenas de lodo. (Leo Burnet, publicista)

No tiene caso ser el hombre más rico del cementerio, de todos modos, no se pueden hacer negocios desde ahí. (Coronel Sanders)

Tirarle un hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él. (Jack London)

Los libros no son muebles, pero nada como ellos viste una casa. (Henry Ward Beecher)

Yo no tengo objeciones con las diferentes iglesias, mientras que no interfieran con la obra de Dios. (Brooks Atkinson)

El cerebro es el órgano mas maravilloso. Comienza a trabajar cuando te levantas y no deja de hacerlo hasta que llegas a la escuela. (Robert Frost)

Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir. (Oscar Wilde)

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