10 sept 2006

mumbling


A veces la acción mecanizada destrona la intención, las peculiaridades se tornan morbosas, y los significados vacíos. Pero, quizá sea la misma mecanización lo que signifique por sí mismo el destierro o la aceptación que negamos buscar y de forma más conciente que inconciente nos revela como lo mismo de siempre. Llegar al punto de tomar como insulto que alguien te considere NORMAL, es la manía de querer ser del grupo de inadaptados, que son tan comunes que a sí mismos se descalifican. Pero vaya, que de todas formas seguimos siendo, nos ganan a veces las estructuras, y todo lo que hemos venido recogiendo. Al final de cuentas, no podemos siempre evitar entrar a las mismas tiendas, y descubrirnos vistiendo las mismas prendas, las mismas marcas, y hasta los mismos precios, para que se nos caiga el teatro de la autoetiqueta, mientras no olvidemos que frente al espejo no somos igual que el resto. Pero el mundo nos clafica, y a pesar de ello, y de todo esto, y de todo lo de siempre, la misma maraña de locuras, de tonterías, de desprendimientos, lágrimas, risas, déficits de atención, estudios, conocimientos, desconocimientos, opiniones y desacuerdos, acabo regresando a lo de siempre, a la misma palabra que siempre se dice, al mismo reconocimiento de lo que vengo haciendo para ser a través del ojo que siempre anda acechando los recobecos abandonados que se asoman más a menudo de lo normal.

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