29 oct 2006

ARGH!!!!!


Entre el borrar y empezar de nuevo se esconde la clandestinidad de mi propio pensamiento. Reducido a su propia sombra, mientras la esencia se escabulle entre el tumulto declamando algún poema que nunca debió ser. Huir es la causa, no el resultado de lo que se nos pueda ocurrir. Los testimonios son tan inverosímiles como la propia memoria selectiva, el odio mutuo, la invalidez totalizadora, y las fuerzas desvanecidas. Se comporta como si no estuviera en ningún lado, y no tuviera que hacer nada, ver con nada, ser nada. Se huye porque las mismas cosas son consecuencia de lo que una vez se visualizó, aterró y terminó por motivar la misma situación, la repetición, la constante dislexia, y la cegera autoinflingida. Culpable ante el mismo espejo, y a la vez mártir de algún lejano desconocido que suprime la suya misma para proyectarse en la que alguien más le otorga al mostrarse.

Detener las manos por no seguir recreando las mismas llagas, y proseguir en silencio, mientras los susurros en el velatorio se alejan. Ese es el verdadero silencio, el que se pega, el que renuncia, el que se suda y transforma en monstruosidades a las extremidades, y en nubarrones de olvido a los sueños, las esperanzas, y las mismas ideas tuberculosas, y a la vez tan tísicamente bellas. Es obra del mismo descuido, porque huir es la causa, la consecuencia al lugar del que se huyó, que no importa no estar ahí, sigue descosiéndose mientras la mirada ajena conjuga su relación con eso, con lo que ya no es, y se alza en voz para proclamar su descubrimiento, su saber tan prolongado y despiadado, que torna al taciturno en creyente, y a éste en su mismo juez de ignominias.

Ahí se termina, se desgajan las esperanzas, porque regresar y reordenar termina por ser experimento y burla, sacrosanto descorazonado, y sacramento pecaminoso. Es la poca utilería de regresar, la falta de buen testigo, de buen recuerdo, amarga la boca y sacude la arenosa esterilla. Si no queda nada, más que la imagen a los ojos del que mete las manos en la masa podrida, mientras la que se cuece no sabe de qué sabor quiere ser, cómo moldearse ni dónde podría hornearse. El sabor será calamidad del que limpie las costras, las lágrimas, el hambre, y las huellas, porque desubrir su significado antes de tiempo es la prematura instancia de un umbral.

Demasiadas puertas para otros.

19 oct 2006

q alguien me ayude

No debiera, dice una de las voces de mi cabeza, pero el resto, la gran mayoría, insisten en que hay cosas que no se valen, y lamento tener que ser tan austera con el contenido que en tantas ocasiones se degenera, y en otras como que deslumbra un poco, pero permanece gris, como lo que viene siendo aquí dentro. Hay cuestiones insostenibles, situaciones inaceptables, y repercusiones injustas. Cuando esto se auna a un carácter con la infame necesidad de controlarlo todo, de suponer que las cosas son iguales para todos, y que los gustos permanecen sin cambios porque "de tal palo tal astilla". Entonces se remontan los recuerdos que de alguna manera se habían mantenido en silencio, callados, abandonados, para recordarnos el motivo del verdadero insomnio y del uso de las palabras, que por mucho que no se piensen, acaban por tener la carga dentro, bien dentro, enclavada y permanente, que aún siendo escuchada parece un malentendido, pero el que al hablar lo hace así sin pensarlo, acaba por decir exactamente lo que le corre por la cabeza. Que alguien me ayude, porque quisiera poder ser mejor en esto de guardar las cosas, soltarlas cuando debo, y se termina la historia, en lugar de acabar siendo el escrutinio de aquél que de repente entiende, justo cuando no se pide ayuda y no se quiere recibir.

de esto de escribir...

Simplificar un poco las palabras puede ser una ingenua manera de pretender que el mensaje sea más directo, más claro, más sencillo, o incluso más honesto, aunque la honestidad no tiene que ver con metáforas o discusiones descosidas, sino con el trasfondo que las compone... Al final del día tantas explicaciones llegan como deben de llegar al que las guste leer, al que no se pregunta por las desconsideraciones y el que lejos de leer la voz de alguien más se propone a leer con su propia voz. Es el mismo lenguaje, pero no el mismo pensamiento. Esa es la diferencia, que no siempre se trata de tratar de adivinar las cuestiones de vida que está viviendo quien genera el mensaje, sino las propias que al leer se comprometen al mismo tiempo de intentarlo, y no con los caracteres, sino consigo mismo; tampoco con el escritor, sino con su caracter de ser vivo, un igual que decide expresar de esta forma una necesidad, o una obligación... Decían en otros recuerdos míos que un escritor sin lectores no es escritor, y que un escritor que no piensa en su público no es un verdadero escritor. Pero también dicen que si no hay lector no hay motivo para escribir, y se vuelve un círculo vicioso, a pesar de que la comunicación se ha vuelto un tema fundamental para analizar y discutir, y por lo general se nos va de las manos que más que otra cosa, más que tener un propósito humanista, filantrópico o de lo que podamos inventar es una necesidad de nuestra condición social, y ahora lejos de ser de una elite educada, es de quien se identifica...

12 oct 2006

convertidos

Detrás de cualquier motivo nos acecha una implacable sombra que inusitadamente nos tomamos la molestia de negar. Sucede que nos gana, y al final no somos más que alimento para una serie de organismos que consideramos lo más bajo de la cadena alimenticia, y termina por importar poco, o casi nada, lo que ocurra con la carne, siempre y cuando la lápida sea testigo obligado para quienes juran recordarnos. Es cierto, no es lo mismo recordar el cómo fue, que recordar lo que pudieron haber sido. Como una pequeña dolencia, parece una conspiración incrustada en nuestra misma programación, donde la propia voz se quiebra y se pierde, porque hay palabras que son por sí mismas, y otras, tan poco ciertas, que en su propia falta de existencia son por obligación. Nos juramos certeza, sinceridad y sobrevivencia, y vamos pretendiendo despistar su presencia con toda clase de artilugios, hoy tan normales y queridos, como antaño eran heréticos y perseguidos. No hay como que el blasfemo se vuelva santo para que el santo empiece a blasfemar.


Somos tan civilizados, que los aborígenes se burlan de la complejidad que nos absorbe, y creemos ser tan poderosos que podemos transformar todo lo que tocamos, al punto de pretender regresar a como era sin darnos cuenta que nada es lo que parece. Pero , empecinados, ondeamos la bandera de conocimiento y libertad, para, luego luego, imponer el yugo de su propia sombra, llenar las arcas de temor y de hambre por hacer planes, porque nunca hay suficiente, ya ntes de que se nos acabe, que nunca sabemos cuándo, hay que amasar de todo, ver de todo, rezongar de todo, y acabar con lo que pueda... Ergo, la vida del nuevo inocente que ya nace llorando porque sabe lo que le espera.

Y que se nos viene encima el contadero, para sumar los momentos que a cada paso nos hacen míseros grises y borregos encarrilados. Tanta libertad y oportunidad que cuando uno va por otro lado, el mismo que otros han de borreguear, se tornan en parias, radicales, insulsos y tontos que no saben lo que es bueno. Pero aún para ellos el yugo está destinado, y es ahora que bendigo al muerto, porque liberado se permanece.

Tanto nos corroe que hasta instrumento le hacemos, para que a cada sonido nos recuerde la ilusión de que se nos viene encima. Que si de lujo, que se imitación, y al final del día el bendito tiempo acaba maldecido, pero nada... al final sólo la interminable cadena de la "razón". Sólo el homo sapiens...

8 oct 2006

en honor a 2...


Hoy honraré a Bukowski, a quienes no lo conozcan, no sé qué están esperando, a lo que no les gusta, al menos lo conocen... Aquí, para quienes como yo tienen ganas de seguir haciendo esto...

So you want to be a writer?

if it doesn't come bursting out of you
in spite of everything,
don't do it.
unless it comes unasked out of your
heart and your mind and your mouth
and your gut,
don't do it.
if you have to sit for hours
staring at your computer screen
or hunched over your
typewriter
searching for words,
don't do it.
if you're doing it for money or
fame,
don't do it.
if you're doing it because you want
women in yo
ur bed,
don't do it.
if you have to sit there and
rewrite it again and again,
don't do it.
if it's hard work just thinking about doing it,
don't do it.
if you're trying to write like somebody
else,
forget about it.

if you have to wait for it to roar out of
you,
then wait patiently.
if it never does roar out of you,
do something els
e.
if you first have to read it to your wife
or your girlfriend or your boyfriend
or your parents or to anybody at all,
you're not ready.

don't be like so many writers,
don't be like so many thousands of
people who call themselves writers,
don't be dull and boring and
pretentious, don't be consumed with self-
love.
the libraries of the world have
yawned themselves to
sleep
over your kind.
don't add to that.
don't do it.
unless it comes out of
your soul like a rocket,
unless being still would
drive you to madness or
suicide or murder,
don't do it.
unless the sun inside you is
burning your gut,
don't do it.

when it is truly time,
and if you have been chosen,
it will do it by
itself and it will keep on doing it
until you die or it dies in
you.

there is no other way.

and there never was.

4 oct 2006

...

Pareciera que me ahogo, donde una sola burbuja parece la única promesa de un poco de aire para dar fe del lugar donde habré de perecer, saberlo tan conocido y reconocerlo tan mío que pueda entonces despedirlo con una lágrima sin pena. A pesar de todos los quizás y de los “quizás” y de todos los “peros”, que suman la carga que se convierte en el ancla del estorbo, y donde mi propia historia se disuelve entre tantas otras que alcanzar la burbuja deja de tener propósito, si al final habré de estar totalmente sola. Al final doy un paso y dejo el charco atrás salpicando un par de gotas y marcando mi huella, boto en él mi cigarro, o prácticamente la colilla que quemaba mis dedos, y se deja morir sola, por su propio peso, y que probablemente algún barrendero recoja y termine entre tantos desperdicios que aún antes de su posible degradación natural, no sea más que una masa irreconocible. Quizá sea así como acaben las cosas, y las palabras sobren. Al final no estaré para contarlo, pero lo habré imaginado tantas veces que existe la posibilidad de que así suceda. Lástima que no puedan entonces contármelo.

3 oct 2006

En honor a...

Hacía tiempo que no pensaba en cierto escritor cubano, que tan sólo con una novela, "El mundo alucinante", se me clavó en cierto rincón y ahora después de ver y llorar (como de costumbre) la película basada en su novela póstuma "Antes que anochezca" y con Javier Bardem interpretándolo.

A manera personal: ... A lo largo de la historia, a pesar de haber sido escrita en su mayoría por los vencedores, y quizá aún más gracias a ello, hemos demostrado que somos capaces de lo más atroz y lo más vil, desde pensamientos hasta acciones. Pero así como tenemos esa capacidad destructora, tenemos la creadora, de la que han salido creaciones, avances, ideas, sueños, esperanzas, imaginaciones, y maravillas incontables. Pero simplemente parece que nos esmeramos en ensombrecerlas, en negarlas, en tacharlas y desaparecerlas. Tanto como el homicidio como la libertad, la codicia y las alegrías. Al final del día algunos van marcando la huella, y encuentran en las palabras y en sus personajes la capacidad maravillosa para escapar de su propia cárcel de carne y hueso.


Se puede decir tanto de Reinadlo Arenas que faltarían espacios, sin embargo quedan sus propias palabras para describirse... Antes de proseguir al poema una frase suya...

"No soy religioso, soy homosexual y ahora soy anticastrista. Eso quiere decir que yo creo reúno todas las condiciones para que no se me publique un libro y para vivir al margen de toda sociedad en cualquier lugar del mundo."

Y ahora les comparto el siguiente poema... Enjoy...


Yo soy ese niño

...de cara sucia-sin duda inoportuno –
que de lejos contempla los carruajes
donde otros niños emiten risas y saltos considerables.
Yo soy ese niño desagradable
-sin duda inoportuno –
de cara redonda y sucia que ante los grandes faroles
o bajo las grandes damas también iluminadas
o ante las niñas que parecen levitar
proyecta el insulto de su cara redonda y sucia.
Yo soy ese niño hosco, más bien gris,
Que envuelto en lamentables combinaciones
pone una nota oscura sobre la nieve
o sobre el cesped tan cuidadosamente recortado
que nadie sino yo, porque no pago multas se atreve a pisotear.
Yo soy ese airado y solo niño de siempre
que os lanza el insulto del solo niño de siempre
y os advierte: si hipócritamente me acariciais la cabeza
aprovecharé la ocasión para levantarles la cartera.
Yo soy ese niño de siempreante el panorama del inminente espanto.
Ese niño, ese niño,
ese niño que corrompe el poema con su nota naturalista.
Ese niño, ese niño,
ese niño que impone arduos y aburridos ensayosy hasta novelas,
aún más aburridas, sobre “los bajos fondos”.
Ese niño, ese niño,ese niño de cara airada y sucia que impone arduas
y siniestras revoluciones
para luego seguir con su cara aún más airada y sucia.
Ese niño, ese niño ese niño ante el panorama siempre inminente
(sólo inminente) del inminente espanto, de la inminente lepra,
del inminentepiojo,del delito o del crimen inminentes.
Yo soy ese niño repulsivo que improvisa una camacon cartones viejos
y espera, seguro,
que venga usted a hacerle compañía.

found...

E . Rocha publica hoy este cartón (periódico Reforma).
Gracias por hacer que me identifique más de lo que debiera...

2 oct 2006

curiosidades de la red

De momentos agraciados a momentos graciosos hay una diferencia. Podrán ser lo mismo después de veinte años, pero no es igual. En algunos casos depende del lado del cristal en el que te encuentras, pero finalmente vale la pena andar por ahí recogiendo las piedras curiosas y simpáticas para hacer colección. Me preguntó qué ha de sentirse que de repente un día, sin darte cuenta, levantes el auricular para escuchar un "perdón" que parece no venir de ningún lado y sin ningún motivo. Pero algunos judíos realmente hacen esto durante el Yom Kippur... Y quizá sería bueno hacerlo más seguido...

Ayer me perdí en mi terrible noche de ojo hinchado y me encontré con una serie de cosas curiosas. Primero un hombre que resulta que decide un día empezar un proyecto, y lleva seis años tomándose fotos a diario, subió un video y tiene además su página (NOAH) y luego se dio cuenta de otro personaje que durante ocho años lleva haciendo lo mismo. Jonathan Keller definitivamente sí ha cambiado, tomando en cuenta que empezó a los 19 años... Les recomiendo darse una vuelta por estos dos videos, y por sus páginas...

Pero lo que más me sorprendió ayer, fue un video que encontré también en YouTube (que no pr nada me gusta tanto este portal) es un experimento que hizo un chavo en EUA (creo) de dar ABRAZOS. Y es que a veces no hace falta otra cosa más que un abrazo. A ver si no me encuentran luego un día haciendo lo mismo jajajaja...

ABUR!!!

desde dentro...


Quisiera plasmar historias de estos días... abandonado ya el borrador hasta próximo aviso, queda pendiente la pregunta de la obviedad, ¿por qué tanta insistencia en hacer público lo que insisto tanto en dejar en privado? Pero no vale la pena darse la vuelta por ese rincón, no aún...

Dicen que el amor duele, pero se les olvidó advertirnos que en realidad lastima y por negligencia se torna en ausencia. Quizá dejar que se nos hinchen los ojos y tumbarnos durante horas no valga la pena, pero hay puertas que hemos cerrado, y juramos que nadie tiene la llave, que no regresarán, que no habrá luz que las vea ni espejo que las refleje, y simultáneamente se van tornando el árbol seco y lúgubre que adorna la cornisa de la ventana por la que se va filtrando la poca luz que le gana la batalla. Al final se resquebraja y quizá hasta la simiente se remueva, pero la tierra también tiene esa memoria, y en su reciclaje pasó a ser parte de la ventana, de la luz y del ojo que buscaba sin darse cuenta que se había encerrado en el interior. Esos huecos no se cierran desde fuera, sino desde dentro, y nos hacemos prisioneros por nuestra propia cuenta, culpando a todo lo que no es lo mismo de pusilánime y desconfiado. Siempre está la espera de que alguien abra la puerta por su propia mano, y se nos olvida que eso es lo que queríamos, pero lo olvidamos cuando no avisamos de dicho deseo. No hubo pistas, ni juegos de palabras ni pruebas a superar para tirar la cerradura. Sólo había que girar la manija, entrar, una brisa de aire fresco para que las viejas hojas volvieran a mecerse y las ramas a crujir bajo el estruendo del aletargado silencio. Entonces viene la lluvia y se seca la tierra, va siendo hora de salir...