3 ene 2007

Año nuevo 2007

TENGO UNA CURIOSA TRADICIÓN CUANDO ME QUEDO EN ALGÚN HOTEL. NO SIEMPRE LA LLEVO A CABO, PERO PROCURO. SI LA HABITACIÓN CUENTA CON ALGÚN TIPO DE HOJA MEMBRETADA ME TOMO EL TIEMPO PARA ESCRIBIR UNA CARTA DESDE AHÍ A ALGUIEN… EN ESTA OCASIÓN FUE LA QUE SIGUE, Y CON MOTIVO DE HABER LLEGADO A ESTE HOTEL DESPUÉS DE LAS DOCE UVAS Y LOS DESEOS PARA ESTE NUEVO AÑO… LA COMPARTO CON USTEDES, DESTINATARIOS DE DICHA CARTA…


SANTIAGO DE COMPOSTELA A 1º DE ENERO DE 2007

Una noche joven, lluviosa, de fiesta, y que por algún motivo promete celebración y fiesta, deja a una cabeza loca en una habitación viendo un programa que regala dinero a cambio de una operación matemática. Curiosa manera de comenzar el año. Por lo bajo un puño de murmullos y el eterno desfase entre dónde estoy y dónde quisiera estar. Alguien me dijo que sería bueno estar a su lado, pero no he escuchado que le agradaría estar a mi lado… aquí donde yo me encuentro… y es que donde uno arrima la oreja y se empeña en buscar pelusa, la encuentra, porque también la siembra…

Entre tanto y nada, hay un nuevo año. Un día más que un orden en la cuenta, y termino por mirar un poco a los lados y no saber si lo hecho ha valido de algo, o si de alguna manera ha aliviado tanta energía acumulada. Un año que comienza, el cual recibo de luto por la humanidad. Es un desfase, sí, que hoy se pintó de sostén para el vacío. Al final tanto espero por la ética local e internacional, por derechos humanos y fuerza para reivindicar creencias, y retornar a la misma base de la que huimos.

Un hombre ha sido ejecutado para la celebración de muchos, y he terminado como carne de cañón al oponerme a dicha acción. Me descubrí ante un religioso católico, que a pesar de haber enseñado el “no matarás” estaba también dispuesto a llevarlo a cabo si de él dependiera esa horca. Una mofa a su propia bandera blanca. Al final el bueno y el malo dependen de quién controla la mayor parte de la información, y en este caso, de hombres que ondean banderas de paz con manos manchadas de sangre inocente, y con pensamientos así me gano la burla y el desprecio… hasta acusarme de insensible y grosera. Pero veamos, se trata de una muerte que se hizo en nombre de la “vida” y la “democracia” y sin olvidar la “justicia”, lo cual lo hace, para algunos válido. Lo lamento, pero un acto como este, de ahorcar a alguien, en ésta época, difundir las imágenes y celebrarlo, desmorona lo mismo que con tanto ahínco no ha “diferenciado” de los animales, y viene a recordarnos que no somos más que un chimpancé más “evolucionado”. Estoy de luto, y no por él, sino por toda la humanidad, por todos nosotros. Si ya de por sí estoy convencida que el concepto de “humanidad” no es más que eso, un concepto, esto definitivamente lo aleja más de nuestro alcance.

Hace siglos, y aún en los libros de historia, nos parecen barbaries los actos de sacrificio humano que se llevaban a cabo por las sociedades descubiertas por los europeos “civilizados”, que servían para adorar a un dios, o para su agrado; y recordamos cómo en épocas pasadas los hombres eran ahorcados en plazas públicas ante la mirada de niños y ancianos por igual, celebradas en pos de la sociedad, y como escarmiento a los demás. Hoy celebramos una muerte en la horca, difundida a todo el mundo por igual, como un acto de justicia y de escarmiento para quienes sigan sus pasos. Y al final se siguen cometiendo crímenes, y se seguirán cometiendo actos y reivindicando posiciones en nombre de ideologías y en contra de ellas… Pero es tan bárbaro como lo acusamos en los libros de historia, pero como lo hacemos nosotros no está mal, y como ellos lo hacían no estaba bien.

También cargo un luto por la ambigüedad de una ideología y sus acciones, por un gobierno y sus derrotas, y porque aún se propone que la violencia sin dar la cara justifica el hacerse escuchar. El terrorismo matará a muchos inocentes, y logrará hacerse de un espacio en los medios, y en las conversaciones casuales, pero no ha dejado de matar inocentes, como en aquél Guernika, y será efectivo de alguna manera, pero no sólo es tirano, sino cobarde. Atacar inocentes para hacerse de un espacio, y no dar la cara, pretender que con un alto al fuego se logran cambios, que el diálogo les dará la balanza en la justicia… Si pedimos justicia, seamos justos y aceptemos las culpas y las represalias, si pedimos orden, hagámoslo con orden, y si nos sentimos amenazados, primero entendamos por qué y por quién o qué estamos amenazados y actuemos concretamente. Sí, estoy de luto por quienes creyeron que dialogar con el terror era factible. Otra bomba, otra derrota, tanto para ETA como para el gobierno en todo el mundo, como para la gente, toda la gente.

Otro luto, y otra lágrima, por todos los que aún creen que dando migajas al pobre se le resuelve la vida, y con bandera de mediocridad se denota el hipócrita en posición de víctima de un sistema del que no ha dejado de ser parte para alimentar su barriga y su lujosa mansión. Por los que lloran el hambre y quieren ser alimentados en la boca sin tener que ganarlo, y que por culpa de un sistema son víctimas de la ignorancia elegida o impuesta, el destierro, el abandono, y la esperanza de un bienestar integral que no saben que consiste en volverse gente.

Una lágrima por la muerte de James Brown.

Finalmente, una lágrima más por mí, y porque aún no logro perdonarme tanto hecho y tanto por hacer, y porque esto de recibir el año nuevo con tan poco ánimo y tan pocas esperanzas parece un mal chiste. Despedidas y lágrimas calladas, y la eterna duda de lo que habrá de pasar, porque planes a largo plazo existen, pero no detalles, y la fuerza de tanta gente a mi alrededor me pesa, me pesa…

Y no ha sido todo. El 2006 se fue con muchas otras cosas por encima (incendios provocados con resultados devastadores, lluvias torrenciales y destructoras, vientos violentos, desaparecidos, muertos, asesinos, mujeres asesinadas, hombres asesinados, niños violentados, políticas crudas…) pero estas parecen cerrar el año y ser la conexión con este 2007 que aún nos mira con recelo… ¿Qué habremos de hacer de él?

Bienvenido 2007, y yo de luto.

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